Secciones El Dínamo

cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad
Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

América Latina: continuidad en la diversidad

Digámoslo otra vez, esta región del globo es la más desigual del mundo. La democracia puede tambalear si los ciudadanos no observan una mejor distribución del crecimiento económico. Existe un unico modelo de desarrollo? No. Solo basta mirar lo neoliberal del « modelo chileno » y la Cuba de Raúl Castro. América Latina se busca, Estados Unidos y Europa no sirven de modelo como si lo eran antes. El crecimiento económico y la cohesión social deberían ser considerados como dos términos indisociables.

Por Pierre Lebret
Compartir

Pierre Lebret es Cientista Politico UDP – La Sorbonne Nouvelle París III. Especialista en Cooperación Internacional

La idea no es darle una lección de geografía, sino hablarle modestamente de la situación actual de esta región del mundo, de la cual se habla poco. Occidentales, tendemos a englobarlo o atomizarlo todo, olvidándonos de las oportunidades y desafíos que representa América Latina. Esta región es más que nunca una tierra de contrastes.

La Bolivia de Evo Morales, el Ecuador de Rafael Correa, el Chile de Michelle Bachelet, el “continente” de Brasil de Dilma Rousseff, y Uruguay a punto de reelegir a Tabaré Vasquez. Liderazgos diferentes, para dirigir países de contextos socioeconómicos divergentes. Por qué los latinoamericanos siguen eligiendo gobiernos de izquierda o centro izquierda? Una de las principales razones es la necesidad de un mayor desarrollo y una cohesión social fortalecida en una región que sigue siendo la campeona de la desigualdad a nivel internacional. Desde los años dos mil esos gobiernos se instalan entonces en la continuidad, después de la ola de liberalización económica que ha tenido graves consecuencias en el corazón de las sociedades latinoamericanas de los años 80 y 90.

No existen recetas únicas…

Países en vía de desarrollo, pero a niveles muy diferentes. Chile, Argentina y Uruguay tienen un PIB más elevado y niveles de pobreza relativamente bajos (entre 8% y 13%), a pesar de fuertes desigualdades. Brasil, Perú, Colombia o México tienen tasas de pobreza medianas (entre 19% y 32%) y clases medias emergentes, y países como Paraguay, El Salvador y Guatemala contienen tasas de pobreza muy elevadas (entre 50% y 65% de la población). Retomando la expresión del politólogo francés Alain Rouquié, “después de ese abanico de realidades sociales disparadas” se dibuja un punto común entre los países latinoamericanos: la necesidad de consolidar los progresos logrados en materia de desarrollo social. Hoy en América Latina, hablamos de lucha contra la pobreza, pero se agrega a ese desafío global el de enfrentar lo que llama Clarisa Hardy “la inclusión desigual” (Véase su reciente libro: Estratificación social en América Latina, retos de cohesión social), y por lo tanto la necesidad de disminuir el grado de vulnerabilidad de las nuevas clases emergentes. Sin embargo, la caída del crecimiento económico actual en la región podría llevar, según varios organismos internacionales, las nuevas clases medias hacia una situación de vulnerabilidad, un verdadero retroceso que podrían vivir más de 60 millones de personas en Latinoamérica.

Frente a ese riesgo, se suma un estudio (octubre 2014) de la ONG Oxfam que revela que el número de multimillonarios en América Latina ha aumentado en más de 38% en el último año. Esta concentración de riqueza empuja las sociedades hacia una polarización social inquietante. Desigualdades reales en los sectores de la educación, la salud, los sistemas de jubilación, la vulnerabilidad de las minorías, la carencia de una agenda regional en materia de género, la dificultad de acceso a recursos de primera necesidad como el agua, provocan tensiones que no dejan de crecer y representan un desequilibrio en el corto y mediano plazo.

…pero una necesidad real de cohesión social

Digámoslo otra vez, esta región del globo es la más desigual del mundo. La democracia puede tambalear si los ciudadanos no observan una mejor distribución del crecimiento económico. Existe un único modelo de desarrollo? No. Solo basta mirar lo neoliberal del « modelo chileno » y la Cuba de Raúl Castro. América Latina se busca, Estados Unidos y Europa no sirven de modelo como si lo eran antes. El crecimiento económico y la cohesión social deberían ser considerados como dos términos indisociables. Los latinoamericanos deben mirarse de frente y encontrar la solución de un crecimiento mejor repartido, la promoción de una productividad de mayor valor agregado – ya no solo basada en recursos naturales – y finalmente tomar en cuenta como región la dimensión esencial del desarrollo: la protección del medioambiente.

En resumen, la continuidad política en el seno mismo de una heterogeneidad regional – cultural y socioeconómica -, responde en cierta medida a esa esperanza latinoamericana de querer buscar el progreso para más igualdad. Pablo Neruda se expresaba de esta manera: “la esperanza tiene dos hermosos hijos, el desdén y el coraje. El desdén por la realidad de las cosas, el coraje para cambiarlas”.

Publicado en el Huffington Post el 03 de noviembre 2014

Léenos en Google News

Notas relacionadas

Deja tu comentario

Lo más reciente

Más noticias de Mundo