Cuánto más deberás pagar por el alza del 9% que tendrá el TAG
"Es una consecuencia de lo que ocurre con la economía y eso está regulado a través de los contratos", aseguró el ingeniero experto en Movilidad Sustentable de la Universidad Mayor, Hernán Silva.
A partir del 1 de enero de 2015, el tag tendría la segunda alza más alta de su historia. Su precio subiría en un 9% de cumplirse la proyección del Banco Central que cifró la inflación en un 0,1% para noviembre, sumado al 5,4% del IPC acumulado entre diciembre 2013 y octubre 2014 y el 3,5% anual incorporado en los contratos.
De este modo, en la Autopista Central el pórtico más caro, Américo Vespucio-Carlos Valdovinos, tendría un aumento de $1.805 pesos. Si un usuario pasa por ahí una vez durante todos los días del mes, pasará de pagar $20.061 pesos a $21.866.
En otra puerta con costo alto, La Capilla-Colón, sufrirá un alza de $1.566 pesos. Considerando esta cifra a nivel mensual, pasando una vez al día durante todo un mes, deberá pasar de pagar $17.296 a $18.852.
En la tercera entrada con más alto precio, Carlos Valdovinos-Río Mapocho, se encarecería en $1.465 pesos. Traducido en alguien que pasa diariamente por los 30 días de un mes, las cifras aumentarían de $16.282 a $17.747 pesos.
En el caso de la autopista Costanera Norte, si un conductor recorre en hora punta el tramo más demandado, entre Lo Barnechea y el centro de Santiago, pagaría $1.989 en vez de $1.825 desde el 2015.
Consultado por El Dínamo, el ingeniero experto en Movilidad Sustentable de la Universidad Mayor, Hernán Silva, explicó las razones del aumento e hizo un llamado para que los usuarios exijan mejoras al servicio.
“Las alzas están reguladas por los contratos que tienen sus fórmulas y polinomios que son los que van regulando los precios de acuerdo a cómo funciona la economía. Si corresponden alzas y por cuánto. En este caso, solamente es comparable con la del 2009. Si hubiese sido un alza progresiva, normal, esperable, no habría sido tema”, detalló Silva.
En ese sentido, ahondó que esto “es una consecuencia de lo que ocurre con la economía y eso está regulado a través de los contratos. Lo que está resguardado es la estabilidad económica del negocio de la autopista. Si la economía se ve afectada, los contratos hacen que las concesionarias puedan capturar más recursos para poder invertir y operar sin quebrar, por ejemplo”.
Respecto a qué pueden hacer los usuarios, “en el área chica, mirando los contratos, los usuarios no tienen nada que hacer. Pero si uno lo mira con mayor perspectiva, visto como una política pública, este tipo de situaciones son el momento perfecto para que los ciudadanos puedan exigir correcciones y mejoras al sistema. Pedirle al Estado que mejore los estándares, mejores niveles de seguridad, mejores niveles de conexión, que son los que presentan más fallas”.
Finalmente, Hernán Silva retrató el impacto que tendrá: “El alza podría ser de unos mil pesos, pero esas son cifras son engañosas porque todo depende de cuántas veces uno realice ese viaje. El impacto se concentra en las personas que tienen la mayor frecuencia de uso. Por ejemplo, si una persona usa a diario Costanera Norte de punta a cabo, va a tener que incrementar su costo de tarifa probablemente en torno a los dos mil pesos diarios y eso ya es un impacto muy significativo”.