FOTOS | El recién terminado Mall de Castro en 8 imágenes
Para el arquitecto Antonio Lipthay, "este Mall y su entrada en funcionamiento es un claro autogol que aleja a Castro de sus posibilidades de transformarse en una ciudad atractiva".
El pasado 9 de octubre la Municipalidad de Castro entregó la recepeción parcial de las obras del polémico Mall Paseo Chiloé, más conocido como “Mall de Castro”. El recinto, de 29 mil metros cuadrados, se prepara para abrir sus puertas en diciembre próximo.
Durante este mes de octubre, la empresa Pasmar comenzará la habilitación de los niveles -2 y -3, correspondientes a los estacionamientos. También el -1 que tendrá un supermercado y los pisos 1 y 2, donde estará una de las tiendas ancla.
“Estamos muy conformes con la forma en como se ha desarrollado el proceso de recepción de las obras. Ahora se inicia la etapa de habilitación de los locales de operadores de gran tamaño, como supermercado y una tienda ancla, lo que nos permite definir que la apertura del centro comercial será entre diciembre del 2014 y marzo del 2015”, dijo hace poco más de una semana el gerente de Asuntos Corporativos de Pasmar, Lorenzo Miranda.
Un proyecto que tiene varios detractores, que significó una inversión de 70 millones de dólares y que cuenta con tres ascensores, terraza, escaleras mecánicas, rampas mecánicas para conectar el supermercado con los estacionamientos y el centro comercial, sistema de cámaras de seguridad y red anti incendios.
Ante este escenario, el arquitecto UC, Magister en Diseño Urbano de London School of Economics (LSE) y socio fundador de Mobil Arquitectos, Antonio Lipthay, criticó la construcción del coloso en la mitad de una de las ciudades más icónicas del país, asegurando que “el mall de Castro es un autogol urbano, un mal proyecto”.
El experto explicó “que el Mall de Castro esté donde está y sea como es, es decir, fuera de escala, descontextualizado, que no aporta nada al paisaje urbano de Chiloé y que no genere ningún valor agregado a la ciudad de Castro, no es accidente. Finalmente, se puede hacer algo así y ese es uno de los problemas de fondo, estas cosas pasan no por accidente. Pasan por que son aprobadas para ser construidas y para entrar en funcionamiento”.
“¿Se podría evitar otro desastre urbano de este tipo en el futuro? Posiblemente. Primero definiendo claramente ‘para dónde quiere ir’ la ciudad, segundo, fortaleciendo las herramientas normativas que ya existen y Tercero, educando a la comunidad para que no apruebe algo tan nefasto solo porque crea empleo en el corto plazo“, agregó.
Lipthay explicó que “una manera como se ha hecho en otras partes, es generando liderazgos informados, empoderados, con capacidad política y técnica, con recursos, que puedan encaminar a la ciudad por un sendero de desarrollo y progreso, no solo de ‘crecimiento’ cortoplacista. Este Mall y su entrada en funcionamiento es un claro autogol que aleja a Castro de sus posibilidades de transformarse en una ciudad atractiva. Lo que hace, es aceptar que el paisaje urbano no tiene identidad y escala propia”, concluyó.
Así luce la construcción en la actualidad:
Fotos Agencia Uno