Amigo de Matute Johns: "Tristemente es una historia de borrachos"
Junto con ello, confesó tener "sentimientos de culpa que duraron 10 años. Yo lo llamé, yo lo invité y no lo fui a dejar a su casa".
Ignacio Roa, quien acompañó a Jorge Matute Johns en su fatídica visita a la Discoteque La Cucaracha, enfrentó por primera vez a la prensa y contó su versión respecto a la noche en que se perdió el rastro de “Coke”.
Roa conversó en exclusiva con 24 Horas y relató lo sucedido el 20 de noviembre de 1999, donde tomaron “unas cuatro súper piscolas”. Además, descartó el consumo de drogas y señaló que lo ocurrido es “tristemente es una historia de borrachos”.
Junto con ello, confesó tener “sentimientos de culpa que duraron 10 años. Yo lo llamé, yo lo invité y no lo fui a dejar a su casa”.
Su historia sobre lo que pasó en La Cucaracha continúa: “En un momento, evidentemente después de tanto beber, vamos al baño y me dice ‘sabes qué no me gustó la Amelia’. Le dije ‘bueno nada que hacer, no te sientas obligado a estar con ella ni con nosotros’. Ese es el punto clave, ahí el grupo se desarma y yo sigo con María José y el Coke asumí que seguía en otro lado de la discoteque”.
Con el pasar de los minutos, comenzó a buscar a Matute Johns y “cuando me acerco a la entrada veo efectivamente a un grupo de gente que estaba en algún problema, en algo extraño. Identifico que es gente de la discoteque, al menos dos guardias, identifico que hay una mujer. Yo veo esto y me doy vuelta, digo ‘aquí no me meto, aquí algo pasó'”.
Pero al pensar que podría estar Coke entre los involucrados, no pudo divisarlo entre los participantes de la pelea, “pudo haber sido él, pero no tengo la certeza”.
Ignacio Roa además mostró algunas de las amenazas que recibió, donde ser escucha un mensaje que dice “te doy seis días para que digas lo que pasó con el Coke (…) Sé todo de ti compadre”.
“La cicatriz es la sensación de haber sido castigado muy severamente por un error bastante infantil, haber bebido más de la cuenta; confiado en que iba a estar bien y no haber sido más precavido, pero ese error se pagó carísimo, carísimo”, sentenció.