Escuchar a los y las protagonistas
La invitación es a ser reales agentes de cambio social y movilizar las creencias de niños, niñas, familias y futuras educadoras y técnicos, para comprender que la verdadera inclusión requiere del trabajo de todos y todas.
Oriele Rossel es Directora Ejecutiva de Fundación Integra.
Porque estamos convencidos que cualquier iniciativa en educación debe empezar en la primera infancia y contar con la participación de todos y cada uno de los actores que hacen realidad la educación parvularia, Fundación Integra recogió los anhelos de niños, niñas, familias y equipos de trabajo, de manera de definir el concepto de calidad educativa y concretarlo en una Planificación estratégica, es decir, hacer realidad la educación de calidad que soñamos.
Así, para trazar el camino hacia la calidad educativa y a la educación parvularia que queremos y con el afán de generar diálogo en torno a la importancia de la formación en educación parvularia y los desafíos que representa la Reforma de Educación para este nivel, convocamos también -junto a la Dirección Sociocultural de la Presidencia- a Decanos y Directores de carrera de casas de estudios y a representantes de Centros de Estudiantes de Educación Parvularia, para estrechar lazos con el mundo académico y docente, siendo coherentes con uno de los focos de nuestra gestión que se centra en las personas que educan.
Generando diálogos, construimos una democracia más participativa y nuestro trabajo como Fundación aporta a una sociedad más inclusiva y abierta a la comunidad. Por ello tenemos el deber de escuchar las voces de las futuras educadoras y educadores para hacerlos protagonistas de un desafío común: disminuir la desigualdad y construir una Reforma Educacional con todos y todas que tenga el compromiso con la Primera Infancia.
La educación de calidad impacta en el desarrollo futuro de niños y niñas, por lo que formar profesionales y técnicos que sean capaces de mediar sus aprendizajes es relevante. Para ello es fundamental contar con programas de formación docente y mejorar los incentivos para desempeñarse en este nivel de manera que los estudiantes con real interés en la educación parvularia sigan su vocación, lo que representa uno de los desafíos que estamos afrontando como gobierno.
Por su parte, las estudiantes tienen mucho que decir, desde la pregunta hasta la reflexión, de la opinión a la crítica, lo que muestra la tremenda oportunidad de abrir espacios de diálogo e involucrarlos desde su formación inicial en la construcción del país que queremos.
La invitación es a ser reales agentes de cambio social y movilizar las creencias de niños, niñas, familias y futuras educadoras y técnicos, para comprender que la verdadera inclusión requiere del trabajo de todos y todas. El rostro de esta Reforma son los niños y niñas de las salas cuna, jardines infantiles y modalidades flexibles de todo el territorio nacional y nuestra tarea es evidenciarlo.