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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Cuba y la revolución que ya no fue

Cuba se estancó y su convirtió en una dictadura anquilosada en donde la libertad es una palabra ajena y bastante incomprensible. Y eso hoy lo aprovecharon sus principales adversarios encarándoles que su revolución ya no fue.

Por Francisco Méndez
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Francisco Méndez es Periodista, columnista.

La noticia de la semana-y del año, tal vez- a nivel internacional, es la conocida hace pocas horas sobre la reanudación de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Algunos lo ven como el final definitivo de la Guerra Fría, y el entendimiento entre dos países que estuvieron en pugna durante medio siglo.

Es una buena manera de verlo. El entendimiento desinteresado de un país que dice defender la libertad y la democracia con otro que tiene un régimen “revolucionario” que dejó de serlo hace mucho tiempo. Pero esa visión dejaría de lado la principal de todas razones por lo que esto sucede: la economía. El eterno interés de Estados por hacer negocios en Cuba. Y la desesperación de un autoritarismo añejo que sede.

Por mucho tiempo, y bajo la dictadura de Fulgencio Batista, Cuba fue el “prostíbulo de EEUU” como se escuchó por años. Debido a esto, es que la revolución de la mano de los hermanos Castro y el Che Guevara resultó tan importante dado el contexto. Se estaba logrando una segunda independencia para la isla de la mano de los guerrilleros de verde olivo.

Con el pasar de los años, esta mejor idea de cómo construir sociedad fue cayendo ante los personalismos, los elitismos y los totalitarismos propios de un lugar que va concibiendo la democracia de una manera particular, y creyendo más en el discurso épico que en la acción. Los guerrilleros que decían luchar en contra de un imperio que los había bloqueado comercialmente, hoy estaban siendo beneficiados por ese bloqueo para seguir alimentando una dictadura vetusta que no dejaba ver por ningún lado los rasgos de rebeldía de izquierda que supuestamente la fundamentaban.

Esos aguerridos revolucionarios se fueron convirtiendo en burgueses, en personas ansiosas de un proceso que estaba haciendo agua por todos lados, y que ya no estaba resistiendo nada.

Y por lo mismo, fue que como toda dictadura que pierde rumbo, Cuba no se entendió más. Se miró al espejo y no reconoció lo que alguna vez quiso hacer. La fuerza que les daba la falta de democracia los hizo acercarse de pronto, hoy en 2014, a su peor enemigo, sin entenderlo, sin hacer un paso real hacia la democracia.

¿Es bueno que Cuba y Estados Unidos congenien? Claro que sí, pero la historia dice que el gigante del norte no lo hace por ese afán democrático que muchas veces exportan casi como un discurso de retail. Al contrario, el ímpetu economicista del gran imperio contemporáneo, siempre ha obviado las ideas que otras veces ha levantado con tal de hacer negocios. Lo que nos hace preguntarnos si es que seguirá hablando de la libertad de expresión y condenando el hecho de que haya un solo partido y un solo medio de comunicación en Cuba. También nos lleva a cuestionarnos cuán reales son esos discursos que repiten y que alguna vez dijeron-y sintieron- sus padres fundadores. Porque lo cierto es que una vez que las dictaduras se vuelven utilitarias, los gringos se olvidan de ellas y dejan de lado todo ese amor por las elecciones libres.

Y también queda claro que Cuba perdió su oportunidad para democratizarse y examinarse. Hoy lo hacen a la fuerza y se entregan al neoliberalismo como lo hizo China en el pasado. Esperemos que-y claramente para allá va todo- la tierra de los Castro no conserve los peores vicios de los dos regímenes como lo hace el gigante asiático con tal de mantener el “emprendimiento” y fortalecer una economía desregulada y carente de moral, por medio de un feroz autoritarismo.

Cuba se estancó y su convirtió en una dictadura anquilosada en donde la libertad es una palabra ajena y bastante incomprensible. Y eso hoy lo aprovecharon sus principales adversarios encarándoles que su revolución ya no fue. Como si el capitalismo fuera la opción, y así aprovechando de negociar de sentirse ganadores, y comenzar las inversiones.

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