Carlos Larraín augura el Apocalipsis por reforma electoral
El ex presidente de RN calificó el proyecto como uno que "corrompe el sistema electoral" y traerá un dramático desenlace.
A través de una carta publicada en El Mercurio, el ex presidente de RN, Carlos Larraín, emitió duras críticas a la reforma electoral que aprobó el Senado esta semana en el Congreso.
Primero, sus palabras estuvieron dirigidas a la senadora Lily Pérez, quien esta semana dio uno de los votos decisivos para la aprobación del proyecto en la Cámara Alta y luego anunció la salida de Amplitud de la Alianza. Primero fue enfático en recalcar que Pérez no forma parte de la derecha “ni mental, ni jurídicamente”.
“Curiosamente fundó el voto decisivo para aprobar la ley que corrompe el sistema electoral y de partidos en que ‘no la tomaron en cuenta desde la Alianza’, siendo que ha recibido siempre una inmerecida consideración hasta el día de hoy, en que integra la Comisión de Derechos Humanos por concesión de la UDI”, afirmó.
El ex senador lamentó que el proyecto no se reformara cuando “la relación de fuerzas era mejor” y se había logrado un acuerdo un acuerdo entre RN y la DC “que mejoraba la representación de las zonas más pobladas, y se le daba también representación senatorial a la Región de Arica, sin acarrear el terremoto institucional que se avecina”. Luego indica que este proyecto acordado entre ambos partidos, fue vetado por la UDI y el gobierno de Sebastián Piñera “con argumentos torpes”.
Según señala, además, “este mismo proyecto se usó el día miércoles con votos de la UDI para impedir el dramático desenlace que esta nueva ley traerá: atomización de los partidos, subsidio estatal para cualquier proyecto individual y caprichoso; a lo menos 20 diputados de diferencia adicionales para la Nueva Mayoría y seis a ocho senadores”.
De esta manera, argumentó que con esto el oficialismo logrará aprobar la reforma Constitucional y que la derecha, desaprovechó su momento cuando estuvo en el gobierno durante la administración anterior. Por lo mismo, es que Larraín plantea que el siguiente paso es conducir la reforma a la Carta Fundamental con los nuevos jugadores, “facilmente manejables”, que resultarán del nuevo panorama electoral.