FNE acusa de colusión a seis navieras y pide sanciones por 75 millones de dólares
La FNE detalló el modo en el cual operó el cartel de las navieras, a través de tres mecanismos para asegurarse la permanencia en el tiempo de las rutas marítimas frente a los llamados a concesión de los fabricantes.
La Fiscalía Nacional Económica presentó un requerimiento ante el Tribunal de Libre Competencia, donde acusa a seis empresas navieras de haberse coludido desde el 2000 a la fecha para evitar la competencia en el transporte de vehículos traídos a Chile desde Europa, América y Asia.
Se trata de las chilenas Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) y Compañía Chilena de Navegación Interoceánica (CCNI); a la coreana Eukor Car Carriers Inc. (Eukor); y a las japonesas Kawasaki Kisen Kaisha (K-Line), Mitsui O.S.K. Lines Ltd. (MOL) y Nippon Yusen Kabushiki Kaisha (NYK).
Según la FNE, la presencia de este “cartel naviero” fue dado a conocer por la CSAV mediante el procedimiento de delación compensada, al cual también se acogió la japonesa NYK.
El objetivo del acuerdo era que las navieras mantuvieran en el tiempo los servicios de transporte por vía marítima de los automóviles a Chile, con un fabricante o concesionario determinado, aun cuando éstos hubiesen realizado procesos de contratación para buscar nuevos oferentes de estos servicios con mejores condiciones comerciales. De este modo, las empresas se respetaban entre sí las cuentas que poseían originalmente.
Frente a esto, la FNE pidió al TDLC multas totales cercanas a los 75 millonessu de dólares, siendo la mayor sanción solicitada para Eukor, por cerca de 25 millones de dólares. Para CCNI, K-Line y MOL, se pidieron 12,5 millones, más el pago de las costas.
Junto con ello, pidió eximir de multas a CSAV por cumplir con los requisitos establecidos en el procedimiento de delación compensada. Respecto de NYK, la segunda naviera en delatarse ante la Fiscalía y en colaborar activamente durante la investigación, se solicitó una multa equivalente a 50% del mayor monto solicitado al Tribunal.
El Fiscal Nacional Económico, Felipe Irarrázabal, explicó que “aquí vemos con claridad cómo la falta de tensión competitiva entre empresas de un mismo rubro genera un efecto en cadena que puede llegar a afectar el precio final de un bien de consumo masivo, como son los automóviles. Si entre las navieras hubiese habido competencia real, los costos de transporte marítimo podrían haber sido menores para los fabricantes o concesionarios y eso podría haber beneficiado a quienes adquirieron automóviles nuevos durante la última década”.
La FNE detalló el modo en el cual operó el cartel de las navieras, a través de tres mecanismos para asegurarse la permanencia en el tiempo de las rutas marítimas frente a los llamados a concesión de los fabricantes.
El primero consistió en que las compañías que no detentaban una cuenta o contrato determinado ofertaran valores altos, para ser descartados. El segundo, lo concretaron no presentándose a estos procesos y el tercero, imponiendo condiciones que hacían inviable o poco atractivas sus propuestas.
Estas modalidades buscaron garantizar la permanencia de la naviera titular de la respectiva cuenta o contrato, sustituyéndose así la presión competitiva natural de cualquier nuevo proceso de contratación, por una coordinación entre competidores.