La receta maestra del chef Gutenberg para cocinar una lista unitaria en la DC

Los viudos de MasterChef tienen más de una razón para estar atentos a la política chilena. Porque en la cocina de la DC, la competencia está cada vez más intensa. Todo se desató con una carta, para muchos inesperada. Gutenberg Martínez, líder histórico de la DC y consejero nacional del partido, anunció el 21 de enero que no participaría en la carrera por encabezar una mesa directiva en marzo próximo. Esto con el fin de “colaborar a la construcción del mejor y más amplio acuerdo que sea posible”. Con eso, la carrera presidencial al interior del partido dejó solo a dos posibles competidores: el senador Jorge Pizarro, y el ex presidente DC, Ricardo Hormazábal. Pero esta situación no duró mucho tiempo.

El perfil bacheletista de Jorge Pizarro, representante de la disidencia a la mesa directiva de Ignacio Walker, y el carácter más izquierdista de Hormazábal, con posibilidades menores de ganar al interior del partido, hicieron que un grupo de militantes plantearan su propia alternativa: una lista encabezada por los diputados Fuad Chahín y Sergio Espejo,  con el respaldo de casi un tercio de la bancada del partido.

“Nosotros somos un partido de gobierno, pero no nos perdemos: no vamos a hipotecar el capital político de la DC obedeciendo de manera automática cualquier instrucción que se nos dé del gobierno”, planteó Chahín a El Dínamo. Así dejaba clara la postura de su facción: una posible gestión de Pizarro podría ser muy condescendiente con Bachelet, y en la DC no estarían dispuestos a perder su identidad como partido.

Con los ingredientes a la vista, Gutenberg Martínez prendió el horno y comenzó a cocinar un acuerdo: una lista unitaria entre la facción de Chahín y Pizarro. A estos intentos se sumó otro chef interesado: el senador Andrés Zaldívar.

El día lunes 2 de febrero, durante la mañana, hubo un primer encuentro formal en la cocina. Jorge Pizarro, Aldo Cornejo, Fuad Chahín, y el dirigente David Morales, se reunieron con Gutenberg Martínez para abordar el tema. Aunque en esa ocasión, el plato quedó a medio cocer. “Concordamos una línea política y de estrategia. No hemos llegado todavía a una integración de mesas, sino que definimos una línea política y acordamos un documento común”, dijo a El Dínamo Fuad Chahín.

El documento es un texto programático titulado “Una estrategia política unitaria de la Democracia Cristiana. Las tareas de la nueva directiva nacional”, firmado por Martínez y otros consejeros del partido . En él, se habla que la DC ha de “liderar la centro izquierda y marcar su impronta en la política chilena”, y que para ello debe actuar en torno a una “empresa común”.  

Según Gabriel Silber, cercano a Pizarro, este diagnóstico es compartido en las dos listas. La misma impresión tiene Gutenberg Martínez, quien señaló a El Dínamo que en las negociaciones “hay un buen ánimo” y que “podría haber un acuerdo durante esta semana”. Pero para concretarlo, cada uno de los actores quiere agregar sus propios condimentos.

De los ejes que están en discusión, se habría acordado que las primarias presidenciales sean solo entre miembros de la Nueva Mayoría, dejando fuera a ME-O, y que la continuidad del bloque esté suscrita al éxito del gobierno y al respeto mutuo entre los partidos. El tema de si llevar o no un candidato presidencial, y cuando presentarlo, aún no está zanjado.

Pero hay otros sabores bajo la mesa. Miembros de la DC aseguran que el senador Jorge Pizarro tiene serias aspiraciones para ser Presidente de Chile. Y que por tanto, estaría interesado en presidir una lista de unidad y llegar a un acuerdo. “Si Pizarro compite, solo le serviría ganar por muchos votos. O si no, mostraría debilidad en la interna para una carrera presidencial”, explica un militante cercano a las negociaciones.

Sin embargo, el sector de la disidencia que encabeza el senador no cuenta con una mayoría arrasadora. Esto pese a que ha recibido el apoyo de Matías Walker, su compañero de distrito, y del ex Presidente, Eduardo Frei. Por lo tanto, Pizarro vería con buenos ojos un acuerdo, siempre y cuando él encabece la lista de unidad. “Yo soy candidato y si hay un acuerdo, es para que yo llegue a presidente“, dice Pizarro a El Dínamo. 

Por otro lado, Chahín y Espejo cuentan con una base sólida de votantes y camaradas en las bases. “Para que un acuerdo suceda, Pizarro debe aceptar el precio que Fuad y Espejo quieren cobrar”, asegura un cercano a Chahín. Y este precio es que el senador “entregue garantías de que no va a ser tan obsecuente con el gobierno”. Para esto, el grupo de Chahín exigiría que el plato se perfile a su sabor y que sus adherentes tengan la mayoría de las vicepresidencias en la directiva.

Evitando las elecciones, los partidarios de Chahín tendrán otro punto a favor: Pizarro no podrá desconocer los acuerdos ni apelar a que ganó con el apoyo de las mayorías. Aunque el diputado Iván Flores, cercano a Chahín, plantea que la candidatura del actual vicepresidente “se planteó para llegar a marzo. Si se llega a un buen acuerdo antes, está bien, habrá que evaluar, pero la idea nuestra es competir”.

Pero el gran ganador es el chef Gutenberg. Para él lo más importante es resguardar la “identidad DC”, impulsar un candidato presidencial, e impedir que el partido apoye a Marco Enríquez-Ominami, todos puntos tocados en el documento y ya aceptados por ambos candidatos. Con una lista de unidad, Martínez asegura que su plato esté en el menú, aún sin que él esté en la mesa.

Por su parte, Andrés Zaldívar, que también ha abogado por la opción de una lista única, estaría negociando un puesto directivo. Y Ricardo Hormazábal, optará por competir en marzo.

Este miércoles en la mañana, y en un lugar por definir, habrá una reunión entre Pizarro y Chahín que podría ser definitoria. Aunque consultado sobre si en este encuentro se zanjará la negociación, Pizarro dice:  “no me atrevo a decir nada, porque todo es súper cambiante”. De momento, y según cercanos a la negociación, Pizarro habría propuesto que la mesa quedara conformada por cuatro miembros de su facción, cuatro del grupo de Chahín, y uno de consenso. Lo seguro es que en caso de que se cocine un acuerdo, todos obtendrán una buena tajada.