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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Sobre el Cinturón Social: Aclaraciones

El desarrollo social no se logra de un momento a otro, no se logra con protestas violentas, ni con frases para el bronce del tipo “cambiaremos todo” o “la retroexcavadora o aplanadora”, si no que con un consenso pleno de todas las fuerzas políticas y sociales de que es lo que se debe hacer por el bien común, tampoco atrincherarse como lo hizo la UDI con el binominal o amenazas de la vuelta al socialismo.

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Diego Rivera Ramírez es Periodista Universidad Santo Tomás (2003), Máster en periodismo de la Università Cattolica del Sacro Cuore, Italia (2015). Se ha dedicado por 16 años al periodismo, trabajando en el diarios electrónicos como El Mostrador, Terra.cl, para diferentes radios nacionales y Medios Regionales de El Mercurio. En 2014 fue corresponsal internacional para deportes en Radio Cooperativa.

¿Por qué Chile avanza inexorablemente al desarrollo?, Será el primer país de Latinoamérica que entre a la primera división, sin embargo, en la OCDE, Chile ya está considerado como país de primer mundo, por tanto, todos sus estándares se elevan, al compararse con los países del primer mundo, nórdicos y anglosajones.

La pregunta es ¿Qué hace que un país sea desarrollado?, la respuesta es muy difícil, pero intentaré proponer algunas respuestas, porque no tan sólo es preguntarse como se logra el desarrollo económico, con las cifras del ahorro y la inversión, sino que también el desarrollo social. Y aquí me detengo por que las naciones desarrolladas, que lograron este puesto después de la Segunda Guerra Mundial, avanzaron piano a piano al desarrollo social. Demoraron entre 20-30 años, por lo menos, con políticas acordadas y sostenidas en el tiempo, por todos los actores políticos y sociales.

El desarrollo social no se logra de un momento a otro, no se logra con protestas violentas, ni con frases para el bronce del tipo “cambiaremos todo” o “la retroexcavadora o aplanadora”, si no que con un consenso pleno de todas las fuerzas políticas y sociales de que es lo que se debe hacer por el bien común, tampoco atrincherarse como lo hizo la UDI con el binominal o amenazas de la vuelta al socialismo (!!!!) sólo por agrandar un poco más el tamano del Estado, que en algunos ámbitos es necesario. La experiencia nos indica que los países que han logrado esta otra pata del desarrollo es, primero el crecimiento económico, en el que está Chile y en segundo lugar, políticas sociales a la vena, con acuerdo democrático de organizaciones sociales y con la oposición de turno.

Hoy ya no existen organizaciones sociales ideologizadas, como en los ’60 o ’70 del siglo pasado, hoy es otro contexto histórico-social. Lo que existe hoy son organizaciones de base que esperan la retribución del desarrollo logrado, esto es, que en las localidades apartadas o rurales, haya un hospital con todas las especializaciones, buena atención médica y universidades públicas cerca, mejor atención en los municipios, más limpieza en nuestro entorno, más protección social a los trabajadores, a todas las personas que tienen un trabajo, un salario digno, mejor pensión, buena salud y educación.

Todo esto habla que el sistema que impera en Chile es absolutamente mejorable, pero que no cambie su tronco esencial. Muchos se preguntaran ¿Por qué no se puede cambiar?, porque los sistemas socialistas dieron prueba de dos cosas: uno, al imponer por “obligación” la igualdad, sacrificaron la “libertad” individual y que toda decisión pasa por el Estado, lo que ahoga al ser humano en su decisión mas íntima, la de elección. Los Estados de bienestar del sur europeo han dado prueba que la corruptela estatal o pituto, coopta y paga los votos con pegas en el Estado.

Lo que nos quedan son los países libres que han logrado compatibilizar el desarrollo económico y un Estado Social fuerte, con reformas en el último tiempo de corte liberal, que les ha permitido en los últimos 20 años, un mayor desarrollo tecnológico e innovación, respetando la institucionalidad, es decir casos como el de Penta o el pituto estatal están outsider, me refiero a los países nórdicos y anglosajones, en que el punto principal del desarrollo, es el mérito. Y esto lo han logrado con grandes acuerdos con la ciudadanía y con Constituciones absolutamente democráticas.

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