Denunciante de “Nueragate” asegura que Caval le ofreció $160 millones para que “no hablara más”
Sergio Bustos reveló que los abogados de la empresa se juntaron con él dos días después de la publicación en la revista Qué Pasa y le propusieron dicho monto pero finalmente el acuerdo no prosperó.
Sergio Bustos, el hombre que demandó a la empresa Caval por $200 millones de pesos por el no pago de sueldos y por quien se dio a conocer el denominado “Nueragate”, reveló hoy la propuesta que recibió por parte de la sociedad en que la esposa de Sebastián Dávalos, Natalia Compagnon, es dueña de un 50%. En ella le ofrecieron $16o millones para que reitrara la acción legal y no hablara más con la prensa.
A través de un comunicado señaló que tras el artículo publicado por Revista Qué Pasa, entre el viernes y el domingo de ese fin de semana otorgó diversas entrevistas a varios medios de comunicación. Ese domingo, “recibí una llamada del abogado de Caval Andrés Levine Contreras, que yo había contratado para las gestiones de Machalí en agosto del 2013, en donde me informa que le habían encargado hablar conmigo para ofrecer y entrar en conversaciones para un arreglo monetario y dar fin a la demanda Laboral“.
Bustos accedió porque “no tenía ningún problema, ya que siempre había perseguido que se me cancelaran mis sueldos y premio acordado y, que la demanda se interpuso ante la negativa de Mauricio Valero de cancelar mis prestaciones”.
Luego relata que con los abogados de Caval, Andrés Levine y Catarina, a quien no recuerda su apellido, acordaron juntarse el día lunes en Talca, precisamente en el restaurant Los Ganaderos, a un par de kilómetros del río Maule y que ese día llegaron en el Lexus de Natalia Compagnon.
“Lo primero que me dijo la señora abogado era que venía a reunirse conmigo con amplias facultades de arreglar de inmediato el problema y, que incluso al día siguiente se podría finiquitar el convenio en una Notaría de Chillán, con el objetivo de que no fuera a Santiago, que esto tenía muy molesta a la Sra. Natalia y su familia y, que no comprendía como no me habían cancelado antes para evitar llegar a los Tribunales de Justicia”, indicó.
En dicha cita, le ofrecieron de partida $50 millones, lo que el rechazó tajantemente. Luego, se le ofrecieron $135 millones pero Bustos dijo que contestaría al día siguiente. “A última hora de ese mismo día llamé a Levine y le dije que hablara con la abogada y le indicara que la cifra que deberían pagar para terminar el juicio laboral y con esto dar por terminada la deuda de Caval, era la suma de 160 millones de pesos y que yo cancelaría mi abogado“, consignó.
Además, “la abogada Catarina se comunicó conmigo diciéndome que era una obligación que además del convenio de confidencialidad que teníamos que firmar, debería enviar un correo a la revista Que Pasa, dirigido al Editor y al Periodista Juan pablo Sallaberry para solicitar la no publicación de ningún documento que tuvieran en su poder y, la destrucción de los mismos; para estos efectos me pidió que mi abogado redactara un correo y que se lo enviara a Ella para dar el visto bueno antes de despacharlo a la revista. Así se hizo pero no le gusto y quedó de redactar uno ella y enviarlo para que yo se lo despachara a Que Pasa”.
De ahí en adelante, Sergio Bustos se intentó reunir varias veces con los abogados de Caval para sellar el acuerdo. Hasta que el martes 17 de febrero, “llegó la señora abogado de Caval Catarina con la abogado externa que contestó la demanda Laboral , Sra. Grace Álvarez y posteriormente el abogado Antonio Garafulic; de inmediato la Abogada Álvarez sacó el convenio que lo llevaba redactado pero, al revisarlo nos pudimos dar cuenta con mis abogados que el borrador del que después se transformaría en escritura pública era totalmente leonina para el suscrito ya que, solamente me darían 11 millones de pesos al día con un cheque del abogado Garafulic, el saldo de 149 millones de pesos a 60 días, sin indicar la fórmula de pago, por lo que suponía que tendría que ir a las oficinas de Caval, que ignoro donde quedan y, si en la prensa salía algo referente a Caval, sólo con las sospechas que salieron de mi parte, juicio y multa de 5 mil unidades de fomento, además que ese mismo acto debería retirar la demanda laboral”.
Finalmente acordaron que se juntarían al día siguiente y que redactarían un nuevo acuerdo. El miércoles 18, al no llegar nadie a la notaría ubicada en el centro de Santiago, “llamamos a la abogada de Caval la que no respondió y a los pocos minutos nos llama la abogada Grace indicando que la negociación se había caído, y, nada más“.
“Nuevamente me siento engañado por los representantes de Caval, debido a que para ganar tiempo de realizar las inscripciones de Machalí y buscar cómo salir mejor parado de la situación creada por ellos mismos, me acallan y amordazan desde el 8 al 19 de febrero“, dijo y antes de concluir sostuvo que “entregaré todos los antecedentes en mi juicio Laboral y, al mismo tiempo al señor Fiscal de Rancagua, allí veremos quienes son los que mienten entre gallos y medianoche. De todo tengo pruebas, ojala que no me desmientan“.
Bustos trabajó en Caval Ltda. entre mayo de 2013 y septiembre de 2014. Según afirmó, le ofrecieron un contrato de cuatro millones mensuales pero “ese contrato nunca se firmó”. Pese a su insistencia, la empresa nunca le pidió su firma para el documento.
Con respecto a los pagos, aseguró que “siempre les cobré por correo electrónico y siempre me decían ‘espere un poquito ya le vamos a pagar, espere que salga el negocio’. Ellos solo me pagaron en total, entre 4 y 6 millones”. Según el demandante, la gran evidencia que tiene en contra de la empresa son dichos correos electrónicos donde solicitaba su sueldo y un documento, del que no reveló su contenido.