Tribunal Supremo del PS analizará presunta falta de Dávalos y Compagnon al Código de Ética del partido
Gonzalo Martner afirmó que "el que quiere ser lobbista está en su derecho, pero en la opinión de muchos de nosotros eso no es compatible con ser militante del PS".
Este mediodía el ex presidente del PS, Gonzalo Martner, y la integrante del comité central del partido, Cecilia González, entregaron al Tribunal Supremo del Partido Socialista un documento en el que solicitan que se pronuncie sobre el caso de Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, y su esposa Natalia Compagnon. Esto luego de que se revelara el millonario crédito que recibió la empresa Caval Ltda. de parte del Banco de Chile para la compra de tres terrenos en Machalí, sexta región.
El oficio alude al estatuto partidario en materia de probidad y, en el caso de los militantes, cita el artículo 2 del Código de Ética, en que se afirma que “ningún militante puede hacer uso de un cargo público, o incluso privado, para abusar del mismo a su favor, en el orden monetario, moral o de poder”.
Allí se solicita al tribunal pronunciarse “sobre la correspondencia con la ética socialista de la pública reivindicación realizada por los militantes Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon (a través de sus abogados) de actividades de especulación inmobiliaria comprando terrenos baratos y vendiéndolos caro, mediando gestiones para obtener un cambio en el uso del suelo por órganos de la administración del Estado”. Se agrega, además, que la reivindicación aludida fue realizada por el mismo ex Director del Área Sociocultural de La Moneda en una entrevista realizada al diario El Mercurio el pasado 15 de febrero.
En esa oportunidad, Dávalos “describió el hecho como ‘un buen negocio'” y los dichos de los abogados de Caval al mismo medio, “quienes declararon que ‘el proyecto original era que Caval se quedara con los terrenos, pudiera hacer todas las gestiones en orden a regularizar y que, en el evento de que se cambiara el destino de uso de suelos, poder hacer proyectos de carácter inmobiliario adjudicándoles a terceros la construcción'”.
Martner aseguró que “el que quiere ser lobbista está en su derecho, somos una sociedad abierta y democrática, pero en la opinión de muchos de nosotros eso no es compatible con ser militante del PS, con ejercer la militancia”. Luego añadió que “en el caso de los militantes Compagnon y Dávalos hay una actividad inmobiliaria con lobby de por medio. De manera tal lo que estamos pidiendo es que se aplique el estatuto del PS y el código de ética“.
