La gran estafa que escondía el programa de MTV “Enchúlame la Máquina”
El espacio conducido por Xzibit escondía una gran cantidad de irregularidades que hoy salen a la luz.
El programa televisivo “Pimp My Ride” (conocido en Latinoamérica como “Enchúlame la Máquina”) se estrenó en MTV en 2004 con una premisa muy sencilla: escoger a un joven con un coche destartalado y hacer que el rapero Xzibit coordinara una completa y ridícula transformación del vehículo con la cara llena de risa (y los ojos rojos, hay que decirlo).
Pero, en realidad, las cosas no eran tan sencillas como parecían. El “tras bambalinas” del show incluye varios detalles turbios, como autos que se echaban a perder en cuestión de semanas, un empleado de MTV que trató de convencer al propietario de un vehículo de terminar con su novia para encajar en el guión del reality, o burlas sin piedad a un participante gordo.
Tras conversar con tres participantes y uno de los productores, en el Huffington Post destacaron los siguientes aspectos no tan cool de “Enchúlame la Máquina”:
Una gran pantalla
El concursante Justin Dearinger (temporada 6) dijo al sitio Reddit que “en realidad te sacan un montón de cosas que muestran en la televisión“; en su caso, un artilugio para servir champán y un “teatro” al aire libre. Se le dijo, como razón para ello, que la pantalla al aire libre no era segura y que el aparato del champán se retiró porque MTV estaba en contra de que los automovilistas beban.
No funciona
El concursante Seth Martino (temporada 6) recuerda que había “un montón de cosas malas” con su auto, incluyendo pantallas de televisión que nunca funcionaron de nuevo después de la filmación.
Otra cosa que no funcionó eran las luces LED que se pusieron en los asientos. “Se ponían realmente calientes, no podía conducir con ellas encendidas”, dice Martino.
Según el productor Larry Hochberg, el canal respondía cuando había problemas serios con los automóviles, manteniendo un convenio con un servicio de grúas y coordinando con West Coast Customs cuando había que hacer reparaciones, normalmente por temas de cableado.
El motor, ese gran desconocido
Larry Hochberg aclara que “no es exacto decir que no trabajamos en la mecánica de los coches (…) algunos estaban tan viejos y oxidados que tenían problemas mecánicos sin importar la cantidad de trabajo que se pusiera en ellos”. Además, el programa no se trataba de evitar que los autos se echaran a perder, sino de “emperifollarlos”. Sin embargo, algunos vehículos sí se echaron a perder.
Así, el participante Jake Glazier (temporada 4) vendió su máquina enchulada un mes después de recibirlo. Y según le dijo el nuevo dueño, el auto ya se desarmó. A su juicio, el trabajo mecánico fue descuidado: cita como ejemplo que, aunque su coche necesitaba un silenciador, en el programa sólo le pusieron un tubo de escape falso. Para Seth Martino, el problema es que por muy espectacular que se viera por fuera, el producto final no era un vehículo práctico para manejar en el día a día. “Le pusieron mucho peso extra, pero no ajustaron la suspensión. Cada vez que golpeaba un bache era terrible”.
¡Explosión!
Fue el vehículo de Justin Dearinger, quien luego de pasar por “Pimp My Ride” siguió haciéndole diversas modificaciones a su auto. Hasta que unos 5 años después éste simplemente explotó en llamas. Dearinger conducía junto a su novia, pero al sentir humo dentro de la cabina, ambos saltaron afuera para ver a la “joyita” consumida por el fuego.
La espera eterna
En el programa parecía que los vehículos estaban en el mecánico un fin de semana, una semana o dos a lo mucho. No era así. Al menos para los concursantes contactados por el Huffington Post, el trabajo demoró entre seis a siete meses, lo que obviamente causó problemas. Seth Martino tuvo que arrendar un auto durante ese tiempo, y MTV demoró 2 años en reembolsarle el total de los gastos.