"La crisis de la mejor liga del mundo", por Jorge Nazar
Desde hace algunos años, la Liga Profesional de Fútbol de España se autodenomina publicitariamente como “La mejor Liga del Mundo”. Es difícil rebatir o corroborar científicamente dicho eslogan, más allá de algunos intentos como el de la IFFHS.
Desde hace algunos años, la Liga Profesional de Fútbol de España se autodenomina publicitariamente como “La mejor Liga del Mundo”. Es difícil rebatir o corroborar científicamente dicho eslogan, más allá de algunos intentos como el de la IFFHS.
En lo subjetivo, la discusión puede ser -y es- amplia, contundente, apasionante y global. Quizás eso ya apoye la idea. Ahora, si sumamos al caldo a jugadores de renombre indiscutible, entrenadores que dentro y fuera del campo dan espectáculo y un año donde los egos están por las nubes (entendible tras Sudáfrica), no es difícil sumarse a la idea: es La Mejor liga del Mundo, o al menos da en el palo…
Sin embargo, hay una sensación de que algo falta. De que algo está en crisis. Quizás es porque en el parón navideño se sigue admirando como la Premier League inglesa continúa el juego y eso –extrañamente- fomenta las inseguridades hispanas.
Como buen 28 de diciembre, las inocentadas en España no faltaron. Y el fútbol es terreno fértil. Algunos aún dan crédito a la noticia de que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) anunciaron que desde la temporada 2012-2013 el sistema de campeonato en la península definirá el título a través de un playoff a tres partidos entre los dos mejores cuadros del torneo.
Más allá de su certeza, y de lo extraño que sería una medida así en una liga tan tradicional como la española, se puede seguir el juego realizando dos lecturas, las que denotan –quizás inconscientemente- las grandes taras que empañan la Liga.
En lo económico, ver una final al menos a doble duelo entre Barcelona y Real Madrid (hoy sería difícil imaginar algo distinto) es apetecible desde cualquier punto de vista. En lo deportivo, pensar en un intento de terminar con el duopolio culé-merengue suena idílico, más aún cuando hoy los esfuerzos deberían ir a evitar un monopolio blaugrana. El fantasma de la liga escocesa no deja tranquilo a muchos en España.
El tema es que hoy las preocupaciones extra Barca-Madrid son mucho más terrenales. Varios clubes tienen deudas millonarias con actuales y ex jugadores, lo que tiene en vilo la programación de este fin de semana.
El sindicato de futbolistas españoles (AFE) ya fue a la justicia ordinaria para impedir que se juegue este domingo 2 de enero (quieren que todo se programe el lunes 3), en otro gallito más de un fútbol que parece muy lejano a la galaxia que dirigen en cancha Guardiola y Mourinho. Nuestro Carlos Soto se estaría dando un festín en estos días en España.
A qué voy. Las desigualdades son cada vez más grandes en el fútbol español. Ya se notan en la cancha, y fuera de ella se hacen cada vez más patentes. Finalmente todo se reduce -lo dicen muchos y lo creo yo- a la repartición de los dineros de la televisión.
Una razón más por la que envidian a la Premier League, aunque -obviamente- no les da como para pensar que aquella fue la piedra angular del affaire Mayne Nicholls-Segovia en un lejano rincón del planeta. Cosas del vil dinero.
Jorge Nazar es periodista chileno y comentarista de Gol Televisión España. En twitter es @jorgenazar y escribe semanalmente en El Dínamo.