Felipe Kast y crisis en la política: "Es el fin de la "derecha de la transición" y el inicio de un nuevo ciclo"
Para el presidente de Evópoli, la actual situación "es una tremenda oportunidad para nuestro sector"
Ayer, el movimiento Evópoli comenzó su proceso para constituirse como partido político. Electo como presidente de la naciente colectividad resultó el diputado Felipe Kast, quien destaca el hecho como “el nacimiento de una derecha moderna“, justo en los momentos en que el sector atraviesa una de sus mayores crisis
“Es primera vez desde el retorno a la democracia que un grupo grande de personas independientes afines a la centroderecha se une para formar un nuevo partido”, sostuvo Kast en entrevista con La Tercera. Y no le parece mal estar en coalición con la UDI. “Hoy no es el momento para actuar con calculadora y mirada de corto plazo. Es el momento de pensar en el Chile de los próximos 20 años. Sí tenemos la responsabilidad de condenar los actos que hemos conocido, pero al mismo tiempo invitamos a que asumamos un liderazgo. Y para eso la UDI, RN y el PRI son socios importantes“.
A juicio del ahora presidente de Evópoli, “no tiene sentido avanzar como referente si primero no nos hacemos cargo de esta crisis. Por eso, ayer aprobamos una serie de medidas que esperamos proponerles a la UDI, a RN y al PRI, respecto de cómo creemos que debemos enfrentar esta crisis. Entre ellas, que toda autoridad que se encuentre en un proceso judicial congele su militancia, como lo hizo Cardemil en RN”.
Un camino, el de Cardemil, que para Kast debió haber seguido el gremialismo. “Le habría convenido mucho a la UDI haber tomado algunas decisiones con antelación, particularmente congelar militancias. Es una señal política importante y que permite desligar al partido de los procesos que están viviendo sus militantes. Y eso no significa que no puedan retornar una vez que termine el proceso”.
El parlamentario no le saca el trasero a la jeringa cuando se trata de la arista política del caso Penta. “Sí. Pedimos aportes por la vía legal (a Carlos Eugenio Lavín) y desgraciadamente nos fue mal. Y es legítimo que ellos prefirieran apoyar a los candidatos de la UDI, si no se sentían identificados con nuestra alternativa (…) Si nos hubieran dicho que sí, no habríamos tenido problemas, porque habría sido, como le explicité en el correo, por la vía legal del Servel”, afirma.
Frente a los aportes reservados para las campañas, la postura de Kast es una sola: “Que se acaben, y que solamente se mantengan para montos pequeños de personas que no quieran ser identificadas en su trabajo. Los aportes anónimos son valiosos siempre y cuando sean pequeños (…) Bajo la ley actual, los aportes reservados son legales. Pero a mí me encantaría que fueran públicos. Sería bueno saber quiénes fueron los que hicieron aportes reservados a Bachelet, a Girardi y a otros. Además, me imagino que muchos de los que aportaron a Girardi no comparten ni siquiera su visión de sociedad”, sentencia.
Respecto de la crisis en la derecha, para el ex ministro de Planificación de Piñera, “el peor error” que puede cometer el sector “es pensar que lo que falló fue la administración de las nuevas generaciones, como Ernesto Silva. Aquí falló un estilo de hacer política que venía de antes. Esta crisis es una tremenda oportunidad para nuestro sector. Creo que marca el fin de lo que uno podría llamar una ‘derecha de la transición’, y se inicia un nuevo ciclo político, con el nacimiento de una derecha moderna, con una nueva generación y que tiene elementos distintos”.
A su juicio, la “derecha de la transición” se preocupaba principalmente de “la economía, en la gestión y en el ‘cosismo’”. Por el contrario, “para la nueva derecha, el motor de cambio está en las personas y en los emprendedores. Creemos que la economía funciona bien en la medida en que los emprendedores puedan desplegar todo su talento”. Pero así como Evópoli está tratando de ser una centroderecha moderna, me preocupa que la centroizquierda moderna no se esté construyendo“.
Para Kast, “movimientos como Revolución Democrática o actores como Gabriel Boric están mirando más hacia Allende que al futuro. Creo que la centroizquierda moderna, la de José Pablo Arellano, de José Joaquín Brunner, del mismo Ricardo Lagos, murió. Y tener una centroizquierda moderna es tan importante como tener una centroderecha moderna”, finaliza.