Fiscalía indaga cómo Caval firmó promesas de compraventa de terrenos sin tener financiamiento en 2013
Con el levantamiento del secreto bancario a la empresa de Natalia Compagnon, el fiscal Luis Toledo espera esclarecer los hechos.
El fiscal a cargo del caso Caval, Luis Toledo, solicitó a principios de marzo levantar el secreto bancario de la empresa de Natalia Compagnon y Mauricio Valero respecto de los productos que mantiene en el Banco Santander y el Banco de Chile para el periodo entre el 10 de febrero del 2012 y el 20 de febrero del 2015.
Esto, para indagar cuatro hechos que son parte del entramado que busca esclarecer el persecutor que es cómo la sociedad concretó la compra de los tres terrenos en la comuna de Machalí a la empresa de la familia Wiesner, que en 2013 era dueña de los predios, y cómo selló una promesa de venta con Aguas Sustentables, el que finalmente no prosperó, sin contar aún con el financiamiento para poder adquirirlos.
Los hechos
Según publicó en su edición de hoy el diario El Mercurio, el 13 de abril de 2013, Mauricio Valero realizó una oferta por tres terrenos ubicados en la carretera del Cobre en Machalí al síndico de quiebras de Agrícola Wiesner, Herman Chadwick, dueña de los terrenos en ese entonces. Fue en ese momento cuando Caval inició las gestiones en el Banco Santander para obtener un crédito que pudiera financiar la transacción, lo que implicó la tasación y avalúo de los predios, los que fueron realizados por el actual seremi de Vivienda, Wilfredo Valdés.
En ese entonces, además, se discutía el posible cambio al plano regulador, el que finalmente fue rechazado en agosto de ese año, mes en el que además Santander rechazó el crédito a la empresa de Compagnon, ya que era una empresa fundada hace un año y solo contaba con un capital de $6 millones, a su vez que la tasación no permitía acceder a un crédito por $6.500 millones.
A pesar de que el panorama no era favorable, Caval firmó un contrato de cierre del negocio con Chadwick en septiembre de 2013, fijando un plazo de 45 días para firmar el documento de compraventa por el precio de 265.980 UF ($6.500 millones). Fue ahí cuando comenzó a gestionarse el millonario crédito con el Banco de Chile el que se concretó finalmente en diciembre de ese año.
Aún sin contar con el financiamiento, Caval firmó un contrato de promesa de venta con la empresa Aguas Sustentables, por aproximadamente un millón de UF (más de 23 mil millones de pesos). El documento estaba sujeto a la condición con que se materializara el cambio de uso de suelo -de rural a urbano- lo que finalmente no ocurrió.