Ezzati no da su brazo a torcer: "Costadoat no se ceñía al programa ni ha entregado buena parte de los contenidos"
El Gran Canciller, a través de una carta publicada en El Mercurio, dio a conocer las razones que tuvo para no renovar la misión canónica del sacerdote en la Facultad de Teología de la UC.
Las repercusiones del despido de Jorge Costadoat de la Facultad de Teología de la Universidad Católica siguen dando que hablar. Esta vez, el cardenal Ricardo Ezzati volvió a salir al paso de las críticas que han surgido respecto a la decisión de no renovarle su “misión canónica” al religioso, lo que generó la molestia de académicos y estudiantes de la institución, y explicó las razones que tuvo para llevar a cabo esto.
A través de una carta publicada en El Mercurio, Ezzati precisó que la Facultad de Teología tiene un estatuto distinto al de las demás facultades de la universidad, la que está regida bajo su mandato y que todos los profesores aceptan la situación particular de la que han querido ser parte. Aquí, señala, para ejercer la docencia se necesita un mandato canónico que él otorga y que en el caso de Costadoat, se lo entregó en 2012 y por tres años, pese a tener problemas de larga data que él esperaba que se solucionarían.
“Sin embargo los problemas se mantuvieron y dadas las atribuciones que me otorgan los estatutos, solicité una completa información a la Universidad. A partir de ella, constaté que en un curso mínimo dictado por el profesor, en reiteradas ocasiones entre 2012 y 2014 (…) se han evidenciado sostenidas falencias“, afirmó.
Luego agregó que quedó consignado que Costadoat, “no se ceñía al programa ni ha entregado buena parte de los contenidos fundamentales del curso, desdibujando su esencia y obligando a algunos alumnos a estudiar la materia por sus propios medios“.
“Respeto que el profesor J. Costadoat ejerza su libertad teólogo e investigador en la Universidad Católica (…) No obstante, no es solo mi derecho, sino también mi responsabilidad que en la Facultad de Teología, y desde ella, se enseñe la doctrina de la Iglesia y que los alumnos que allí se forman la perciban sin confusiones. Por tanto, esperar que un profesor enseñe los contenidos fundamentales de un curso no es desconocer su libertad de cátedra, sino exigirle un mínimo de rigor que, a mi juicio, no se ha cumplido“, sostuvo en la misiva.
Además aclaró que la no renovación de su mandato canónico solo se refiere a la docencia y que Costadoat no ha sido desvinculado de la UC. De hecho, dijo, “en un futuro su situación puede ser evaluada”. Por otro lado, reafirmó que en dicha casa de estudios sí existe la libertad de cátedra para profesores e investigadores y que “en nuestra universidad se garantiza a sus miembros la libertad académica en el marco de la dignidad de la persona y la búsqueda sincera de la verdad y el bien común”.
Respecto a quienes no comparten su decisión, dijo que “su inquietud lo hace por gran compromiso con la Universidad. No obstante, tengo la certeza que el camino elegido, que no es fácil, es el que me corresponde en conciencia asumir”, concluyó.