Por qué un buen divorcio puede ser mejor que un mal matrimonio para los niños
La determinación puede ser compleja en los primeros meses, pero a la larga la mayoría de las familias logra superarlo.
El divorcio no es un proceso fácil, más cuando hay hijos de por medio, quienes pueden verse muy afectados. Esta es una de las razones por las cuales muchas parejas no se separan a pesar de vivir en una constante crisis, sin embargo, lejos de solucionar un problema, lo estarían acrecentado.
Así lo señala la abogada experta en divorcios Better Sember, quien relata su experiencia a The Huffington Post, donde afirma que la opción de seguir con un matrimonio que no funciona, puede afectar mucho más a los niños y niñas de lo que crees.
“Si sigues casado por tus hijos, los expones a discusiones diarias, a una atmósfera negativa, a gritos, a una posible violencia y a un ambiente que no es tranquilo ni pacífico en absoluto. Esto tiene un gran impacto para tu hijo“, afirma Sember.
Agregando que “cuando los padres siguen casados de mala manera, los niños tienen que aguantar las consecuencias de un ciclo sin fin de disputas, rencor, tristeza e incluso odio”.
Esto puede desencadenar en un daño permanente para los menores que ven como sus padres simplemente no se soportan. Por eso, la opción de un divorcio podría entregar mayores beneficios a los niños de lo que crees, los cuales enumera de la siguiente forma.
Dos casas en las que no hay discusiones constantes
Esto permite a los niños vivir su niñez de mejor manera, sin necesidad de sobrellevar las emociones negativas que están presentes en una casa llena de conflictos. Puede que no todo sea perfecto, pero tener dos hogares sin peleas siempre es mejor que uno donde hay una lucha constante.
Una base emocional más tranquila
La experta, si bien deja en claro que los meses de transición luego del divorcio pueden ser complicados, con el tiempo la mayoría de las familias lo superan. Finalmente damos paso a un periodo que es mucho más tranquilo y combativo
Padres felices
Que tus hijos te vean feliz puede tener enormes beneficios, comenzando porque alguien feliz siempre será un mejor padre y eso se contagia en ellos. Aunque la mayoría de las veces encontrar un equilibrio tras el divorcio puede tomar tiempo, este suele llegar junto con la tranquilidad y felicidad.
Los niños aprenden que el compromiso importa
También es importante que los niños noten que existe una responsabilidad de los dos con ellos “aunque todos los divorcios implican retos, superarlo enseña a los niños a sobrellevar los momentos difíciles para tener un futuro más brillante. Los padres que deciden mediar su divorcio demuestran a sus hijos que es preferible trabajar juntos para encontrar una solución antes que pelearse”, señala.
Los padres que eligen la felicidad personal enseñan a sus hijos a hacer lo mismo
Aunque culturalmente, se suele dar prioridad a la crianza de nuestros hijos, también es importante tu felicidad, incluso más “que tener un núcleo familiar bajo el mismo techo envía un potente mensaje a los niños. Les enseña que todo el mundo merece ser feliz y que la felicidad es importante en su vida”.
Los padres divorciados pueden encontrar la clave de la crianza tras el divorcio
No siempre sucede, paro si se tiene un plan razonable para criar a los hijos y estás dispuestos a cooperar, cada progenitor desarrolla un estilo de crianza único a través del tiempo que pasa a solas con sus hijos.