Los nuevos numeritos del transporte santiaguino
¿A quién nos parecemos? ¿a Houston y sus autos? ¿a Londres y sus buses? ¿a París y su Metro? ¿a Berlín y sus peatones y bicicletas?
Rodrigo Quijada es Miembro de Ciudad Viva - Ingeniero de Transporte
Hace unos días el Ministerio de Transporte liberó al público los resultados de la Encuesta Origen Destino (EOD) Santiago 2012, que representa la “foto” más actualizada del transporte capitalino. El Ministro de Transporte dijo que las cifras que encontramos son lo normal para un país que se va volviendo más rico…. Yo me pregunto qué nos habrá querido decir con eso.
La palabra “encuesta” se queda corta para describir el trabajo, porque no estamos hablando aquí de la típica “encuesta de opinión” a la que estamos acostumbrados. Hacer una EOD es un trabajo gigante, con decenas de miles de participantes, que no solo contestan preguntas sino que reportan por días enteros sus movimientos por la ciudad. Por eso se demoran en tomarla y en procesarla: lo que conocemos hoy es una encuesta que se efectuó a lo largo de meses en 2012 y 2013. Como cuesta hacer una EOD, se hacen pocas: la última vez que en Santiago se hizo una fue en 2001.
En todo el mundo las EOD son un excelente instrumento para sacarle fotos a la situación del transporte en una ciudad. En Montreal, Canadá, por ejemplo, acaban de publicar en enero los resultados de su última EOD, realizada en 2013. En esa ciudad la hacen cada 5 años. Por eso aquí y en todas partes es genuinamente noticia cuando salen los resultados.
Estos días la prensa ya ha estado comentando algunos de los principales resultados de la nueva EOD de Santiago, y parece que lo que más llamó la atención fue que los viajes en bicicleta se duplicaron. Yo aquí haré una breve comparación de cómo está Santiago respecto a ciudades de Europa y Estados Unidos. Los datos europeos pueden verse en la edición 2015 del Barómetro de la EMTA, que es la asociación de autoridades metropolitanas de transporte de Europa. Los de EEUU vienen de la oficina de censos de ese país.
Vamos viendo: En Santiago, dice nuestra nueva EOD, lo que más hay son viajes “no motorizados”, es decir, a pie y en bicicleta. Son el 39% del total, más que cualquier otra forma de transporte. ¿Impresionante? Ni tanto. Berlín y París tienen 40%; Madrid y Stutgart, 31%. Poco tiene que ver la caminata y bicicleta con pobreza, como verás. ¿Por qué hay tanto viaje no motorizado? Porque cada vez que vas al almacén de la esquina sumas dos viajes (ida y vuelta). Cada vez que, en tu trabajo, sales a almorzar por ahí cerca, sumas otros dos. Todo eso suma, y mucho.
Tanto suman los no motorizados, que lleva a algunos a pensar que entonces no tiene mucha relevancia medirlos porque no serían “verdaderos” viajes. ¡Cuidado! Hay ciudades, especialmente en Estados Unidos, donde la caminata es muy baja porque cosas como el almacén de la esquina no existen. Eso significa que necesidades que en Santiago y en París se pueden resolver a pie, allá debes obligadamente resolverlas en auto, con todo el tiempo y costo que eso significa. En Dallas, Las Vegas o Detroit, el porcentaje de caminata y bici palidece por debajo del 4%.
Transporte público (buses, Metro, colectivos) y transporte privado (autos, motos, taxis) están casi empatados en Santiago, con 29% y 28% del total de viajes respectivamente. En Europa lo usual es que el auto se use más que el transporte público, a veces por amplio margen, como en Lyon, donde las cifras son 47% contra 16%. A veces por poco, como en Madrid, donde la cosa es 37% a 32%. La excepción notable es Londres, donde el transporte público supera al privado por un sólido 44% a 33%. Por algo el sistema de Londres suele ser considerado el mejor del mundo.
En Estados Unidos, por su parte, lo normal es que el auto abrume al transporte público: En Houston es 90% contra 3%, y en Miami 87% contra 4%. Intereseante no obstante es que la ciudad más grande, importante y famosa de Estados Unidos, Nueva York, es una ciudad con mucho menos uso del auto: Allí la cosa es 55% para los autos y 33% para el transporte público. Nueva York en su sector verdaderamente famoso, el de los rascacielos, Wall Street y el Central Park, donde atacan King Kong, Godzilla, marcianos y todo malvado que aspire a estar en el meollo del mundo, de hecho muestra cifras al revés del resto del país: 26% para el auto y 57% para el transporte público.
Dentro del transporte público, en Santiago los viajes en bus superan tranquilamente por más del doble a los del Metro. Nada llamativo, pese a la borrachera de algunos políticos de la última década, que fantaseosamente han creído que construyendo Metro podrían eliminar a los buses. En Budapest, Stutgart, Amsterdam, Oslo, Helsinki y otras ciudades, los buses también mueven más viajes que el Metro. Londres de nuevo es la joyita: pese a tener el Metro más extenso del mundo, ¡sus buses mueven casi el doble de viajes! Sí señor, los londinenses saben hacerla. A la inversa, existen también ciudades donde el Metro mueve más que los buses: París, Praga y Viena, por ejemplo.
Así que, concluyó el ministro, cada vez nos parecemos más a ellos…. Pero ¿a quiénes? ¿a Houston y sus autos? ¿a Londres y sus buses? ¿a París y su Metro? ¿a Berlín y sus peatones y bicicletas? ¿a Nueva York con su especial mezcla?… Yo todavía estoy tratando de entender qué nos quiso decir el ministro.
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Nota: Los datos de EEUU solo consideran viajes al trabajo, lo que hace que la comparación no sea del todo justa. Es un lamentablemente sesgo de su oficina censal.