"Aquí no ha llegado ninguna ayuda, no podemos más”
A dos semanas de la catástrofe ocurrida en el norte del país, los damnificados se quejan de la escasez y lentitud de las ayudas.
Más de dos semanas después de las lluvias torrenciales y aludes que arrasaron zonas del norte del país, los damnificados por la catástrofe se quejan de la escasez y lentitud de las ayudas para una reconstrucción que, según las autoridades, será “larga y compleja”.
La Presidenta Michelle Bachelet anunció el pasado martes la adjudicación de 1.500 millones de dólares para hacer frente a la situación, una cantidad superior a destinada a afrontar el terremoto de Iquique y el incendio de Valparaíso del año pasado, para los que se destinaron 1.200 millones de dólares.
Los improvisados refugios instalados en los pueblos afectados aún reciben un aluvión constante de periodistas, autoridades y organizaciones sociales, pero los afectados, extenuados, sólo quieren encontrar a los 110 desaparecidos para enterrarlos y levantar un nuevo hogar donde rehacer sus mutiladas vidas.
“Aquí no ha llegado ninguna ayuda del Gobierno y el alcalde tampoco ha aparecido”, dijo a Efe Miguel Salazar, vecino de la devastada localidad de Los Loros, en el vallé de Copiapó, donde se cuentan por decenas los muertos y desaparecidos tras los aluviones.
Su historia, como la de los otros 30.000 damnificados de Coquimbo, Antofagasta y Atacama, quedará siempre marcada por las fuertes lluvias que arrasaron sus poblaciones y se llevaron por delante la vida de 26 personas.
“Yo tuve suerte, no perdí la casa, pero sí perdí todo lo que allí había. Ahora ando sin lentes, sin teléfono, sin dentadura postiza (…) y todo eso es necesario para el día a día, ¿entiende?”, explica Miguel Salazar.
En el pueblo de Los Loros, ubicado en la región de Atacama, los propietarios de las empresas mineras han puesto su maquinaria a disposición de los habitantes para ayudar a retirar los escombros y el barro que ha sumido esta pequeña localidad en un desconsuelo pantanoso de tono cobrizo.
Una situación con la que calculan que tendrán que lidiar “como mínimo, durante uno o dos meses más” a lo que le seguirá un tedioso proceso de reconstrucción que, tal y como ya advirtió Bachelet será largo y complejo” y obligará a tomar “decisiones difíciles”.
Un tiempo que los exhaustos familiares de los desaparecidos aseguran no estar dispuestos a esperar.
“No podemos más”, clama Daniel Ortiz, vecino del devastado pueblo de Chañaral, que desde el 25 de marzo busca a su hermano desaparecido sin más herramientas que un simple palo de madera.
“Sólo los bomberos nos ayudan en la búsqueda. Nadie se ha acercado a ofrecernos maquinaria ni apoyo en el rescate. Desde primera hora de la mañana hasta última hora de la noche estamos completamente solos”, explicó.
Un sentimiento que también comparten las autoridades locales de los pueblos afectados, que se sienten desatendidas por un Gobierno al que consideran en deuda con las regiones del norte.
“Toda la comunidad norteña sentimos que el Gobierno tiene que mejorar en ciertos aspectos. Se necesita más comunicación, más trabajo con la gente. Yo estoy dispuesta a hacer todo lo que me pidan para buscar recursos, pero necesito que me abran más puertas”, explica la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo.
La jefa comunal se queja de la escasez de recursos y las trabas burocráticas, problemas con los que se enfrentan a diario quienes tienen que sacar adelante las poblaciones asoladas.
“En Antofagasta tenemos que hacer muchos procedimientos burocráticos para conseguir recursos y, además, sólo nos han asignado 300 millones de pesos para ayudarnos en la reconstrucción, cuando necesitaríamos cerca de 15.000 millones”, se lamenta.
Porque además de la imperiosa necesidad de reconstrucción, las poblaciones afectadas deben levantar muros de contención que impidan que estas devastadoras riadas de agua y escombros procedentes de las montañas arrasen pueblos enteros una vez más.
“A partir de este mismo momento debemos empezar a repensar la ciudad desde una mirada preventiva. Esto no puede volver a ocurrir nunca más”, sentenció.