Los mitos y verdades tras la "eliminación" de la leche en la dieta que hizo Harvard
Según el Presidente Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile, el consumo moderado de lácteos presenta más beneficios que riesgos para la salud.
Hace varios meses que circula en las redes sociales la noticia de que la Universidad de Harvard eliminó la leche de la lista de alimentos saludables, sustituyéndola por agua. Desde entonces han sido varios los expertos que realizan “llamados de atención” a los consumidores para que no desconozcan los beneficios que tiene de todas maneras este alimento.
Uno de ellos es Samuel Durán, PhD en nutrición y alimentos, presidente Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile, quien se refirió a esta polémica y aclaró algunos puntos:
Según el especialista, lo que realmente se desprende del estudio realizado por Harvard es una “recomendación” para limitar su consumo a una o dos porciones al día y no las tres que hasta ahora estaban recomendadas.
Esto ya que que el consumo elevado de leche se asocia con un mayor riesgo de sufrir de cáncer de próstata y posiblemente a un mayor riesgo de cáncer de ovario. Además, al parecer, un mayor consumo no tendría un efecto protector frente a la osteoporosis.
Beneficios
Sin embargo en el mismo estudio se afirma que incrementaría la mineralización de los huesos en los adolescentes y la masa muscular en los niños.
Además, según el experto, los lácteos (leche, queso, quesillo y yogur) aportan no sólo proteínas de alto valor biológico, sino que además son una importante fuente de calcio y vitamina B12, entre otros nutrientes.
En esta línea, su grasa, que esencialmente es saturada y que se ha satanizado por décadas por ser aterogénica, está mostrando que es más bien neutral al compararla con la grasa presente en las carnes.
Reduce enfermedades
Recientes estudios realizados en diferentes partes del mundo muestran que el consumo de lácteos se ha asociado con un mejor peso, menor incidencia de diabetes e hipertensión, enfermedades crónicas muy comunes especialmente en países occidentales y que su consumo moderado es un factor protector frente a estas enfermedades.
Según Samuel Durán, “los alimentos perfectos no existen ya que muchos contienen naturalmente antinutrientes o poseen hormonas o pesticidas que en cantidades elevadas pueden perjudicar la salud”.
“Además los efectos pueden ser diversos en nuestro organismo, no es lo mismo metabólicamente hablando comer una manzana de postre que 10 manzanas por muy naturales u orgánicas que sean“, concluye el especialista.