Menos mal: Ante una crisis alimentaria mundial no terminaríamos comiendo insectos
Un estudio de la Universidad de California echa por tierra los informes de la ONU que apuntaban que comer grillos terminaría salvándonos de la hambruna.
Se dice que la crisis alimentaria afectara al mundo de forma inminente, por lo que se han buscado una serie de alternativas para ayudar a la humanidad a no morirse de hambre en caso de que la carne de ganado no alcance para todos, y una de las opciones que más prometía era lograr suministrar proteínas a las personas a través del consumo de insectos, concretamente grillos.
Pero un reciente estudio realizado por la Universidad de California respecto a la cría de grillos para el consumo humano muestra que ecológicamente su produccion no es tan sustentable como se pensaba.
La investigación desarrollada por el entomólogo Michael Parrella y el agronomista Mark Lundy da cuenta que “aunque la cría o cultivo de grillos y otros insectos tiene potencial como para convertirse en un suplemento al suministro de proteínas a escala global, pero algunas de las afirmaciones sobre su espectacular sostenibilidad son bastante exageradas”.
“Hemos podido demostrar que esa sostenibilidad como alimento alternativo depende en gran medida de lo que coman los grillos y con qué industrias de ganadería se comparen”, agregan.
De este modo, desafían los informes de la ONU, a través de FAO, que defienden la “producción” de grillos en base a la ventajosa relación entre el alimento que recibe el animal o insecto y la cantidad de proteína que genera.
Y es que la FAO asegura que para obtener un kilo de carne de pollo, se necesitan 2,5 kilos de alimento para el ave, mientras que para tener un kilo de cerdo hacen falta 5 kilos de alimento, un kilo de carne de vacuno requiere 10 kilos de alimento, sin considerar el agua. Por su parte, un kilo de grillo solo necesitaría 1,7 kilos de comida.
Pero Lundy y Parella dejan en veremos este dato, ya que la cantidad de proteínas aprovechables que producen estos insectos dependen del tipo de alimentos que reciban, por lo que aún faltan mayores investigaciones para generar un modelo adecuado económicamente para criar grillos para el consumo humano y que estos insectos procesen efectivamente la comida que consuman para poder obtener proteínas.