Timonel de Isapres de Chile: "Si desaparecieran las isapres, la gente saldría a la calle"
A juicio de Rafael Caviedes, el sistema público no puede entregar la misma calidad de servicio que los privados.
Optimista se manifiesta Rafael Caviedes Duprá, presidente de la Asociación de Isapres, ante un nuevo intento de reformar el sistema de salud que el Gobierno materializará a través de un proyecto de ley que se anunció para fines del primer semestre de este año. Pese a que admite que hay un consenso en torno a las debilidades del sistema, cree que en definitiva las isapres no serán eliminadas, pues a su juicio si ocurriera, “la gente saldría a las calles a marchar” y el costo político sería muy alto.
“Nunca se había dado en la historia de las isapres una oportunidad política como la que hoy existe para reformar el sistema. Nunca las isapres habían planteado avanzar hacia la seguridad social. Ahora han entendido que deben estar en sintonía con lo que sus afiliados necesitan, hay una sensibilidad distinta y tienen claro que sus obligaciones van más allá de ser una empresa eficiente, pues incluye entregar un servicio social. Por eso están dispuestas a los cambios”, asegura Caviedes en entrevista con La Tercera.
Agrega que tales cambios incluyen “la creación de un plan garantizado de salud, financiado con la cotización del 7%, más una prima capitada, igual para todos los afiliados de una misma isapre, pareja para hombres y mujeres. (…) También es fundamental lograr movilidad en el sistema y para esto se requiere un fondo de compensación de riesgo entre las isapres que, como todos pagan igual, opera según el perfil de cada cartera. Esto le da al sistema una solidaridad que hoy no tiene, debido a que los pagos son individuales”.
Pese a que la comisión presidencial sobre el tema se manifestó, por mayoría, en favor de eliminar a las isapres en el largo plazo, Caviedes duda que ello llegue a hacerse realidad. “Creo que no es lo que el país quiere y eso lo demuestra nuestra tasa de crecimiento: 100 mil personas se incorporaron al sistema el último año, el 50% de la nueva masa laboral. Las personas se siguen afiliando y se quedan, pese a que podrían irse cuando quisieran. No es fácil para un gobierno ir contra la preferencia de casi tres millones y medio de personas, muy exigentes en materia de salud y con una cultura de calidad de servicio. Creo que no están dadas las condiciones en el aparato público para reemplazar los servicios del sector privado”, afirma.
No se trata sólo de asunto de costo político, señala. “No están dados los elementos para que el sistema público entregue un servicio de calidad similar. Entonces, veo absolutamente imposible que se decida terminarlas. Creo que si desaparecieran las isapres, la gente saldría a marchar a las calles“, asegura.
Respecto a la polémica que generan las elevadas ganancias de la salud privada, Caviedes indica que “yo no asumí la presidencia de la asociación ni para defender utilidades ni para explicar pérdidas. Es una definición básica que me he hecho. Mi rol es tratar de que el sistema isapre avance hacia un sistema más justo, más equitativo y que entregue un servicio más transparente, incuestionable en cuanto a las tarifas que cobra y los beneficios que entrega”.
“En los últimos 10 años, el promedio de rentabilidad de la industria es del 3,5% y eso se ajusta a todos los estándares internacionales“, acota. Apunta además al hecho de que se trata de un mercado competitivo donde “las isapres tratan de hacer lo mejor posible para mejorar la posición de su empresa en el mercado y eso es válido. Lo importante es resolver la movilidad, para que si alguien no está satisfecho con su isapre, pueda cambiarse, aunque tenga preexistencia“.
Finalmente, y ante el actual escenario político, Rafael Caviedes cree posible que esta reforma se concrete. “Quiero ser optimista y ver que hay espacio. El gobierno está trabajando y nos ha dicho que a fines del primer semestre este proyecto de ley estará en su etapa de inicio de la discusión. No tengo por qué no creer que no será así”, sentencia.