Polémica en Uruguay por caso de menor de 11 años embarazada por violación que no quiere abortar
La niña, que presenta una patología psiquiátrica, convivía hace un año con el padre de su hijo, de 41 años. Por su parte, la madre de la menor pidió que sea sometida a un aborto.
El caso de una niña uruguaya de 11 años con una “patología psiquiátrica” y embarazada de tres meses fruto de una violación desató hoy una polémica en el país sobre quién tiene la potestad para decidir el futuro del nonato, si la menor, que desea tenerlo, o la madre, que pide el aborto.
“Es una problemática muy compleja (…) porque estamos ante una situación de capacidad limitada de quién decide (por ser menor de edad)”, declaró a los medios de comunicación el presidente de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Jorge Chediak.
“Y como siempre en este tipo de situaciones en las que hay intereses contrapuestos y distintos valores a resolver, lo tiene que hacer el Poder Judicial con el asesoramiento técnico indispensable”, añadió.
Chediak explicó que la ley de interrupción voluntaria del embarazo en Uruguay plantea que para abortar las mujeres mayores de edad deben tener máximo 12 semanas de gestación y que “el problema en este caso es que no existe capacidad ni para consentir una relación sexual ni para terminar con el embarazo (…) por falta de edad”.
El caso fue publicado hoy por el rotativo local La Diaria, que indicó que el violador y la víctima vivían juntos desde hacía un año, así como reveló los deseos de la menor y su madre respecto al proceder con el embarazo.
El agresor, de 41 años, fue procesado con prisión el pasado 27 de abril, según un auto judicial firmado por el juez Juan Carlos Fernández Lecchini al que tuvo acceso Efe y en el que se resolvió su encarcelamiento como “autor de un delito continuado de violación”.
El auto sostiene que existe “elemento de convicción suficientes para sostener que el indagado” tuvo relaciones sexuales con la menor y que ella, que tiene una “patología psiquiátrica”, quedó embarazada de él.
Chediak expresó que aunque hubiera habido consentimiento por parte de la víctima, por ley este “no es válido” pues se debe ser mayor de 15 años para aprobar una relación sexual y que lo contrario constituye una “violación de pleno derecho”.
Según lo publicado en la prensa local, la niña permanece ingresada desde el pasado 29 de marzo en el Centro Hospitalario Pereira Rossell, en Montevideo, cuyo equipo médico evaluó que aunque la situación es de riesgo “no existen motivos de orden ginecobstétricos” que justifiquen el aborto.
Por contra, desde el mismo centro, se indicó que la menor “no tiene capacidad para entender las consecuencias del embarazo, la maternidad y la relación con el hombre que triplica su edad”, diagnóstico que coincide con la evaluación del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y de la ONG El Farol, que trabaja con la familia.