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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

¿Qué entendemos por educación cívica y ciudadana?

Los últimos años de nuestro país han estado marcados por el progresivo distanciamiento entre la ciudadanía y la política; ha existido en Chile una forma particular de operar por parte de la política tradicional que supone restringir el debate público a espacios limitados y alejados de la ciudadanía, lo que ha dado como resultado una crisis de confianza en la política tradicional y la consecuente desconfianza en las mismas instituciones.

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Maria del Pilar Delano es Junto con, Claudia Morales, Juan Pablo Miranda y Carlos Castillo , coordinadores de Escuela Ciudadana.

Esta situación solo ha sido agravada por los escándalos de corrupción y tráfico de influencias de los que hemos sido testigos como ciudadanos. Es dentro de este contexto que la Presidenta declaró la reincorporación de la educación cívica en los establecimientos educacionales, ramo que fue eliminado a fines de los 90 y que en el 2011 se rechazó que volviera a las aulas de clases. Como organización que se plantea la formación de ciudadanos plenos consideramos necesario hacernos parte de manera constructiva en este debate tan importante para nuestro país.

Entendemos como organización que los problemas que nos aquejan como sociedad sólo pueden resolverse a través de la acción ciudadana, lo que supone la participación activa de la comunidad en todos los ámbitos del espacio público, inaugurando con ella un nuevo tipo de democracia.

En este sentido, consideramos por ciudadano a aquel individuo que se desenvuelve activamente en todos los espacios de la vida política de su sociedad buscando el bienestar general de la misma. Los ciudadanos de Chile debemos poder decidir sobre el devenir de nuestra comunidad política, siendo parte del proceso de toma de decisiones. Al fomentar la experiencia ciudadana se incentiva una práctica colectiva donde el ciudadano toma conciencia de que cada acción realizada en su espacio más local como en un espacio más macro, afecta la vida de la comunidad política y la realidad de quienes la componen. Por todo esto, promovemos la reivindicación de la política como espacio único para resolver las problemáticas sociales, económicas y culturales que aquejan a nuestro país y el involucramiento comunitario en la resolución de las mismas. Tenemos la convicción de que la organización de la sociedad civil es el único camino para transformar la sociedad.

Sin embargo, a pesar de la desconfianza que hoy existe sobre las instituciones y la falta de participación en las urnas, nos encontramos con que la sociedad civil se ha ido fortaleciendo a través de los años, organizándose en distintos movimientos sociales y demandando el cambio en diferentes aristas del sistema político. Los ciudadanos de Chile, están manifestando su interés por un país más justo, igualitario y donde todos y todas seamos parte de la construcción de una nueva democracia. Es por esto que es menester que el sistema educativo se haga cargo de la formación del ciudadano de manera transversal tanto durante la preparación escolar, como luego en la educación superior, teniendo establecimientos, universidades y centro de formación técnica que estén relacionados con la comunidad política en la que se desenvuelven.

Por todo lo anterior, para entender al ciudadano como sujeto soberano y responsable de su comunidad se requiere algo más que la tradicional educación cívica, entendida ésta como la exposición de contenidos en torno al funcionamiento de la democracia. El Chile de hoy requiere de una verdadera Educación Ciudadana, la cual debe incluir por sobre todo la educación en valores democráticos como la empatía, la diversidad, la tolerancia, interculturalidad y la igualdad cívica.

Así mismo debe incluir la formación en habilidades que permitan a los alumnos desenvolverse en el espacio público, de manera crítica y siendo capaces de resolver problemáticas relevantes para la comunidad. Por otro lado, no se debe olvidar la alfabetización política, la cual versa sobre los conocimientos institucionales, la naturaleza de la acción política, el sistema económico.

Cualquier intento por formar una ciudadanía empoderada y consciente quedará limitado si es que no se consideran también la constitución de un conjunto de derechos sociales que permitan estándares mínimos de igualdad social, razón por la cual además de los puntos anteriores es necesario reconstruir el alicaído sistema educacional público, así como acortar las enormes brechas socioeconómicas que nos separan como chilenos.

Finalmente, queremos recalcar que la reincorporación de la educación cívica y ciudadana como ramo no responde a las problemáticas que hoy nos aquejan como sociedad. La educación ciudadana, como ya hemos mencionado, debe ser transversal en la educación inicial, escolar y superior, entendiendo que la ciudadanía es un ejercicio colectivo y permanente, el cual se aprende a través de la acción y el involucramiento con la comunidad tanto como con el aprendizaje teórico de las instituciones y el sistema político en sí; la educación ciudadana debe proponerse la construcción de una sociedad en donde la política sea relevante para toda la población.

En este sentido, valoramos el anuncio y la preocupación de las autoridades por fortalecer la educación cívica y entendemos que todavía queda un amplio debate que debe darse en torno a la construcción de un ciudadano empoderado de su comunidad local y del espacio público.

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