Dupla Burgos-Valdés intenta calmar a empresarios en Icare: destacan rol del Parlamento en nueva Constitución y dicen que nuevo foco es el crecimiento
El ministro de Hacienda y el titular de Interior defendieron ante el empresariado la importancia de buscar acuerdos para salir de la crisis de confianza en instituciones, aunque sin dejar de lado las reformas. Mientras Burgos recalcó que el proceso constituyente considerará la participación del Congreso, Valdés puso énfasis en la importancia del crecimiento y despejó dudas sobre los derechos de propiedad en la Constitución. Gremio valoró el mensaje.
Muy puntuales, incluso antes de las 8:45, el empresariado colmaba el salón de eventos CentroParque en el Parque Araucano para escuchar al ministro del Interior Jorge Burgos y al ministro de Hacienda Rodrigo Valdés exponer sobre la situación política y económica del país. Pero sobre todo, para confirmar qué tan grande sería el giro político que daría este nuevo gabinete, que gran parte del empresariado consideró como prometedor.
Los nuevos ministros tenían varias dudas que responder: ¿Se reorientará la reforma tributaria? ¿Se insistirá en subir los impuestos a “los poderosos de siempre”? ¿Habrá una Asamblea Constituyente? ¿Cuál es la propuesta para recuperar el crecimiento económico y poder atraer a los inversionistas? El presidente de Icare, Guillermo Tagle, expresó varias de esas interrogantes y expectativas en su introducción al evento y dijo que los nuevos ministros, si bien son respetados por su gremio, tendrían una tarea “titánica”. Pero terminado el evento, la gran mayoría de los asistentes admitieron salir más tranquilos de lo que llegaron.
En su discurso, el ministro Burgos se refirió a la crisis de confianza en la que se ve envuelto el país e intentó tranquilizar a los grandes empresarios explicando que “no es una crisis integral” y que no afecta directamente a las instituciones. “Es una crisis de las elites, no todas las elites, pero las tres que figuran entre las más esenciales para el desarrollo armónico del país: las elites eclesiales, políticas y empresariales”. El ministro analizó que esto ha sucedido por los escándalos de financiamiento de la política y el comportamiento de las empresas, y que “la autoregulación no fue suficiente”. “No puede haber ‘arreglines’”, porque “no es posible ni legal, ni moralmente”, enfatizó Burgos.
El ministro del Interior dijo que la “crisis abre las oportunidades para un acuerdo” y que era importante sacar adelante las reformas de probidad y transparencia. Pero dijo que eso no basta, e hizo un llamado “a un acuerdo para establecer un marco común y una agenda con prioridades para mejorar nuestra democracia. Para ello será fundamental el diálogo sincero, orientado al bien común y acotado a las posibilidades reales de lograr avance. Esto no significa renunciar a las reformas comprometidas, pero sí priorizar y acotar con realismo aquello que queremos lograr en los próximos dos años”.
Luego fue el turno de Valdés, que enfatizó la necesidad de que Chile retome el crecimiento y reconoció que “Los problemas políticos han tenido efectos económicos también importantes”. Sin embargo, cuando abordó la reforma tributaria, el entusiasmo del empresariado fue menor. “Estamos abiertos a escuchar ideas, pero me parece poco serio pedir bajar los impuestos o flexibilizar las normas anticolusión”, dijo el ministro. Luego fue aún más enfático: “Es irresponsable plantear a estas alturas cambios en la reforma tributaria. Estamos en proceso de implementación”. Finalmente, al igual que su par de Interior, hizo un llamado al diálogo y al acuerdo.
Nueva Constitución: Parlamento y sin tocar derechos de propiedad
Al finalizar las intervenciones, en sus mesas donde disfrutaron de panecillos integrales con tomate y queso fresco, muffins, néctar de naranja y té, los empresarios comentaban estar más tranquilos porque vieron una mayor disponibilidad al diálogo. Aunque no quedaron del todo contentos con la aclaración de que a lo menos en lo pronto, no habría una revisión sustancial de la reforma tributaria.
Otro de los que valoró el mensaje fue el senador Andrés Allamand, que dijo que esto fue como un “relanzamiento del nuevo gabinete” y destacó la dispoibilidad de los ministros a buscar acuerdos.
Lo que fue aplaudido por unanimidad fueron las aclaraciones hechas por los ministros de Estado sobre el proceso constituyente. Burgos destacó que la Constitución de 1980 ha funcionado en varios aspectos, pero dijo que hoy “es un problema para Chile porque carece de aprecio” y que era prudente por tanto iniciar un proceso constituyente. Pero consultado por los propios empresarios en una ronda de preguntas posterior a su intervención, aclaró que tal como dijo la Presidenta, esta contará con un “amplio acuerdo político” y que estos sólo se consiguen “en el Parlamento”. Mientras que Valdés despejó las dudas respecto a que la nueva Carta Magna alterará sustancialmente los derechos de propiedad: “Yo no concibo una economía moderna de mercado sin derecho de propiedad claros y estables. Eso es consustancial a lo que es una economía moderna, y por lo tanto, los derechos de propiedad son fundamentales”. Por último agregó: “De lo que estoy seguro, sin embargo, es de que no vamos a terminar en una estructura constitucional que sea distinta a lo que un país desarrollado europeo tendría”. .