Carrera docente: un incentivo para los mejores
El proyecto de ley de Carrera Docente impulsado por el Gobierno tiene por fin cumplir con tres objetivos: atraer a los mejores estudiantes a las escuelas de pedagogía, retener en el sistema a los buenos profesores y entregar mayor autonomía a los Directores de establecimientos educacionales. Y a diferencia de la reforma a los colegios subvencionados y del proyecto que otorga gratuidad universitaria a los más ricos, el espíritu de esta iniciativa apunta en la dirección correcta
Matias Caamano Rodrigo Guajardo es Matías Caamaño, Economista. Rodrigo Guajardo, Alumni Enseña Chile
Esto, debido a que es imposible aumentar la calidad en la educación si nuestra sociedad no cuenta con profesores altamente calificados, con sueldos que retribuyan una labor social clave para el desarrollo del país y con una carrera profesional que invite a los más talentosos a desarrollarse en la pedagogía.
Sin embargo, las señales emanadas desde el Gobierno generan una sensación de que la reforma no estaría haciendo esfuerzos significativos por revalorizar la profesión docente. En ese sentido, creemos necesario considerar lo siguiente:
1) Sueldos de los Docentes:
Si bien es cierto que el proyecto de ley aumenta las remuneraciones de nuestros profesores, este avance es insuficiente. Para hacer realmente atractiva la carrera, los salarios deberían al menos ser competitivos con profesiones de elite. A pesar de que con la nueva escala de remuneraciones la brecha inicial entre pedagogía y carreras como medicina e ingeniería comercial se reduce -significativamente, a partir del 6to año de egreso la diferencia en los ingresos vuelve a ser dramática. Con la nueva ley, al 6to año un profesor ganaría el 70% del sueldo de un ingeniero comercial, mientras que al décimo año un docente destacado apenas ganaría el 47% del sueldo de un médico promedio.
Más aún, la estructura salarial según desempeño no pareciese presentar mayores incentivos dado que las diferencias entre los escalafones son escasas.
Elaboración Propia. Fuente: Mifuturo.cl
2) Aumento de horas no lectivas:
El proyecto del gobierno establece que como máximo el 70% de las horas de un profesor deben estar destinadas al trabajo en aula. Lamentablemente, el proyecto no se hace cargo de que gran parte de las horas no lectivas se utilizan en remplazos de colegas ausentes. Más aún, tampoco se establecen criterios de desempeño en el uso de las horas no lectivas, por ejemplo, planificaciones clase a clase y/o entrevistas con apoderados. En ese sentido, dentro de la ley necesitamos diseñar un marco regulatorio que promueva el buen uso de ese tiempo.
3) Profesionales de la Educación:
Dentro del sistema educativo no solo intervienen profesores: educadores diferenciales, sicólogos y educadores de párvulo también necesitan mejoras en sus condiciones laborales. La evidencia empírica muestra la necesidad de sobre invertir en la educación temprana, por lo mismo, si en algún lugar tenemos que incentivar y promover a los mejores profesionales es en salas cuna, jardines infantiles y educación básica. Es por esto que es urgente incorporar en el proyecto de ley a todas aquellas profesiones que participan del proceso educativo.
Es de esperar que todos los actores involucrados en el sistema educacional; Gobierno, Congreso, Fundaciones educacionales, Directores de escuela, Colegio de Profesores y Universidades, hicieran el máximo esfuerzo por contribuir al diálogo y a la colaboración. Este proyecto representa una oportunidad real para que de una vez por todas, los niños más vulnerables reciban educación de calidad de manos de los mejores profesionales de Chile, por los mismo, al menos por esta vez esperamos que todos estén a la altura.