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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

La jibia o la calle

Los trabajadores embarcados y las mujeres procesadoras en plantas nos sentimos atacados y perjudicados si es que la medida prospera para favorecer al sector artesanal.

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Raúl Morales Lártiga es Presidente Federación de trabajadores de plantas de proceso para consumo humano FESTRACH.

Y nosotros qué.  Quién nos defiende, quién nota que determinar el arte de pesca Línea de Mano para la jibia va a ser la lápida a nuestro trabajo que tanto ha costado construir en medio de una crisis pesquera sin precedentes. Esas son las preguntas que los trabajadores de la industria pesquera nos hacemos últimamente. Nos sentimos anónimos en las discusiones porque en forma miope se le atribuye a dos frentes: los pescadores artesanales y los dueños de las industrias. ¿Y los trabajadores de la industria somos de otro planeta?

Este martes, se propondrá en la Cámara de Diputados que la captura de la jibia sea 100 por ciento artesanal. Si esto prospera, la industria quedará marginada de la captura de esta pesquería y 1.700 personas de Coronel y Talcahuano nos quedaremos en la calle, por culpa de una medida mezquina, ciega y que se construyó  faltando a la verdad  en forma descarada por grupos que quieren  hacer creer que las plantas pueden funcionar con la captura de la jibia capturada a mano, una por una.

El calamar gigante es indispensable para mantener la flota y plantas operativas todo el año, tomando en cuenta la drástica caída en la cuota de otras especies. No es posible que la industria se abastezca con volúmenes mínimos y con la incertidumbre si habrá recurso para procesar o no, pues el comportamiento de la pesca artesanal depende de muchos factores externos, como por ejemplo el clima.

PROMUEVEN CONSUMO DE JIBIA

Los  trabajadores embarcados y las mujeres procesadoras en plantas nos sentimos atacados y perjudicados  si es que la medida prospera  para favorecer al sector artesanal. Será un golpe duro de nuestra autoridad y no es que estemos en contra de la pesca artesanal, sino que los datos demuestran que ellos no tienen la capacidad para llegar a pescar las cuotas que les han asignado. Más de 40.000  toneladas de su fracción no se pescaron porque no tienen cómo hacerlo.

La industria se ha preocupado de abrir mercados, de reacondicionar sus plantas, de generar empleo estable y buscar estrategias para sacar adelante el negocio jibiero, aun estando en desventaja frente a otros países, como China y Perú, que tienen copados los mercados por la tremenda capacidad de la captura de este recurso con más de un millón de toneladas anuales, generando sobreoferta y menores precios. De las 200 mil toneladas fijadas como cuota en nuestro país,  la industria sólo puede capturar 40 mil.

Nuestros puestos de trabajo están en juego y no nos vamos a mantener al margen. Si nos pegan duro, así también vamos a reaccionar. Exigiremos lo que nos corresponde como cualquier pescador, como por ejemplo, se nos entreguen bonos del Estado mientras no podamos trabajar, igual que se le otorga al artesanal y veremos qué otro beneficio. Si la ley pareja no es dura, que funcione entonces en todas las direcciones.

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