Gobierno busca coordinar con la DC para evitar nueva “zancadilla” en proyecto de aborto
La semana pasada el traspié fue leído como un desorden en las filas del oficialismo, pese a que se consideraba que el proyecto de ley de carrera docente podría haber pasado la Comisión de Educación, trámite que no ocurrió y debió ser votado al día siguiente en sala. Con la interrupción del embarazo el escenario se complejiza por la diversidad de opiniones que existen en la falange respecto de la iniciativa. Y este partido ya hizo sentir su poder, al lograr aplazar la votación para la próxima semana.
El miércoles sonaron con fuerza las alertas en el Ejecutivo, después de que contra todo pronóstico -por lo menos a juicio del gobierno- la Comisión de Educación de la cámara baja rechazara la idea de legislar el proyecto de carrera docente. Era el primer fracaso de esta administración, a nivel legislativo, y daba su primera herida evidente a una de las reformas emblemáticas del segundo mandato de Michelle Bachelet: la reforma educacional.
Entre sollozos y acaloradas discusiones, los ministros integrantes del comité político entraban en acción para encontrar una solución y no hacer evidente esta derrota, y tras mucho esfuerzo lograron revertirlo al día siguiente, cuando el jueves fue aprobada en sala esta iniciativa, entre gritos de la disidencia del profesorado, en tanto los parlamentarios se guarecían para evitar ser impactados por las monedas que les tiraban los asistentes, mientras estos eran desalojados de las tribunas.
El miércoles la sorpresa en la Nueva Mayoría fueron las abstenciones de Cristina Girardi y Rodrigo González (PPD) y la DC Yasna Provoste, y el jueves existía suspenso respecto del voto de esta última. Finalmente fue también un DC (Claudio Arriagada) y un PPD (Enrique Jaramillo) quienes se opusieron al proyecto y pese a todo el contexto, el vocero de gobierno, Marcelo Díaz, negaba que existiera desorden en las huestes oficialistas.
El Ejecutivo sufrió del “fuego amigo” de los partidos de su coalición. Por ejemplo el PS Manuel Monsalve quien indicó que no era posible que para un proyecto de tal importancia para el gobierno estuviese el pasado miércoles sólo la subrogante del Mineduc, Valentina Quiroga, y “en el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo estuvieron presentes cinco ministros”.
Tras el traspié el gobierno acusó el golpe, y para el mismo proyecto iniciaron temprano las tratativas para organizar a la coalición.
Nuevamente la DC será un partido de importancia gravitante, esta vez para el proyecto de interrupción del embarazo. Ayer, algunos parlamentarios de la falange -su presidente Jorge Pizarro, la senadora Carolina Goic y los diputados Víctor Torres y Gabriel Silber– recibieron una invitación a una reunión esta mañana, según La Tercera, con los ministros de la Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, Carmen Castillo (Salud) y la titular del Servicio Nacional de la Mujer, Claudia Pascual. Los mencionados legisladores son los representantes de la democracia cristiana en el proyecto de interrupción del embarazo, y fueron citados para buscar evitar una nueva “descoordinación”.
Si bien el Ejecutivo negó estar “cautivo” de algunas facciones del oficialismo o incluso de grupos de presión (como la Iglesia), es cierto que fue la DC, tras la confección de un documento, la que solicitó aplazar la discusión de esta iniciativa, para poder convocar y conversar con diversos grupos con posturas tanto a favor o en contra de la interrupción del embarazo en las tres causales: violación, inviabilidad del feto y riesgo de vida de la madre. En esta colectividad existen tres posturas -quienes no están de acuerdo con el proyecto, quienes sí y quienes buscan una posición intermedia- y éstas serán refrendadas en el consejo nacional Demócrata Cristiano esta tarde, a las 15 horas.
La DC busca estructurar una propuesta de “criterios comunes”, pese a que en el partido habría molestia con la postura del gobierno respecto del tema y la “poca influencia demócrata cristiana”. Por tanto, las labores del gobierno para que su proyecto haga frente al Congreso deberán ser más intensas, ya que la votación se avizora compleja. Como antecedente: uno de los diputados, Jorge Sabag, uno de los encargados de buscar establecer una posición como partido, indicó que “lo que correspondería a militantes disciplinados es votar en contra porque esa es la definición DC. Sin embargo, la DC está por la libertad de acción y de conciencia parlamentaria. A pesar de lo que dice el congreso ideológico, que es letra muerta”.
El proyecto inicia su votación la próxima semana.