Rectores advierten a Mineduc: “No aceptaremos que se limite la matrícula para entrar a la gratuidad en 2016”
Asimismo, el vicepresidente del Consejo de Rectores, Aldo Valle, de la Universidad de Valparaíso, acusa que la medida afecta al crecimiento de los planteles.
Es un cuento que tiene para rato. Los mecanismos que están considerando desde el Ministerio de Educación para iniciar con una de las medidas emblemáticas del segundo gobierno de Michelle Bachelet, la gratuidad en la educación, han provocado continuas polémicas con los rectores tanto de las Universidades tradicionales como de los planteles privados.
Y si no fuese suficiente la cantidad de alumnos que podrán acceder al beneficio ha ido gradualmente disminuyendo desde un 70% en un principio hasta un 50, considerando establecimientos privados -que deben cumplir una serie de requisitos, también la semana pasada los rectores acusaban que el Mineduc, a través de su sitio web, subieron una serie de cambios a las condiciones para acceder a los beneficios.
Los rectores están visiblemente molestos, y también está el factor de que la gratuidad para el 2016 se ejecutará vía ley de presupuestos, discusión que inicia cerca de fin de año, mientras que las universidades ya deben evaluar los cupos y vacantes que dispondrán para los estudiantes que enfrenten la Prueba de Selección Universitaria, o que eventualmente quieran cambiarse de casa de estudios.
Más encima ahora el Consejo de Rectores (Cruch) se resiste a aceptar que el Mineduc les imponga una limitación en el crecimiento de su matrícula para el próximo año.
Quien ostenta la vicepresidencia de la agrupación de rectores, Aldo Valle, fue tajante: “no lo aceptaremos”.
En declaraciones a La Tercera, Valle indicó que “en el Cruch no podemos aceptar que se nos limite el crecimiento de la matrícula para 2016”. Esto, porque habría proyectos de carácter institucional, planificaciones e inversiones asociadas a un, esperan, aumento de matrícula. Pero uno de los puntos críticos responde a que estas exigencias “no se puede anunciar de un momento para otro, distinto es que se planificara para los próximos dos o tres años”.
El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, indicó que “el problema es que se necesitan recursos para aumentar la matrícula de las universidades estatales”. A esto agregó que en nuestro país se “critica el estatismo, pero qué pasa con el privatismo, donde las universidades privadas no tiene que hacer ningún esfuerzo, las tienen regaladas”.
No es algo antojadizo, según plantea el rector de la Universidad de Antofagasta, Luis Loyola, el que indica que “los planteles del Cruch estamos limitados al 6% de crecimiento desde hace muchos años, por lo que siempre se ha controlado”. Además, agrega que “nuestros ingresos están relacionados con la matrícula y la única forma de crecer es de esta forma, porque los aportes basales están limitados”. En esa misma línea, agregó que buscan aumentar la matrícula en las universidades del estado “para equilibrar el sistema donde hay más alumnos en la educación privada”.
En la Universidad Católica, se planificó un crecimiento en carreras como Antropología, Sociología, Trabajo Social e Ingeniería Comercial, cambios que estaban planificados desde hace más de ses años según plantea el rector de esta casa de estudios Ignacio Sánchez, quien agregó que hay un consenso en el Cruch respecto de que “no se puede aceptar algo que no esté en los planes de desarrollo que las universidades ya tengan”.
Quien encabeza la Universidad de Los Lagos, Óscar Garrido, aseguró que todo lo planteado les parece “francamente regresivo. Nos parece impropio que en el marco de la gratuidad se nos limite el aumento de la matrícula y por otra parte las universidades privadas sin marco regulatorio no tengan impedimentos para crecer sin límites”.
Si bien el Mineduc no respondió todas estas críticas, sí corrigieron las criticadas especificaciones de los criterios para la gratuidad del próximo año, y los ajustes planteados contemplaron que serán todas las universidades del Cruch.
Si un plantel privado quiere sumarse deberán tener cuatro años de acreditación o más, contar con participación de estamentos en instancias colegiadas del gobierno institucional, y no tener riesgo de ser controladas por sociedades comerciales. Con esto se contraviene lo que se planteó la semana pasada, que se consideró en su momento que los planteles tengan tres años de acreditación más investigación, y tampoco podrán contar con sociedades comerciales dentro de la corporación universitaria.