Qué mails leerá el santo padre que vive en Roma
La recién publicada correspondencia entre el actual cardenal de Santiago, Ricardo Ezzati y el cardenal saliente, José Francisco Errázuriz, constituye un pecado imperdonable. No sólo producen asco sino un rechazo total de la ciudadanía hacia quienes, con sus escritos y oscuro actuar, han manchado el alma eclesial escupiendo a la gran familia católica chilena.
María Teresa Larraín es Periodista.
Urge, entonces que el Vaticano tome medidas. Como bien cantaba Violeta Parra,..”que dirá el Santo Padre…que vive en Roma…que le están degollando a su paloma…” Estos mails definitivamente degüellan no solo la paloma de una paz tan necesaria hoy en nuestro país, sino la fe de una feligresía que mira a su Iglesia como a una Madre donde todos los honestos de corazón caben sin distinción alguna.
Ezzati y Errázuriz, más sus otros asesores oscuros afines, aceran sus cuchillos seguros que en el Vaticano nada se sabrá, o más bien, se sabrá y no pasará nada. Se equivocan, sin embargo. Si bien no es aceptable la forma en que estos mails fueron dados a conocer, ya que se supone que eran correos privados, el efecto ha servido a una verdad necesaria.
El Papa Francisco invoca en su mandato a la honestidad en la siembra la cual permita atraer más feligreses, ya que en los últimos veinte años la Iglesia ha ido perdiendo seguidores. En Chile, el último censo demostró que quienes se declaraban católicos no llegaban a ser un 65%. De estos más del 50% reconocía ir poco a ,isa, o sea tampoco siguen los preceptos. Por lo tanto, la correspondencia de Errázuriz y Ezzati sólo aumentará la decepción entre católicos, cuya jerarquía hoy les da vergüenza al asumir la falsedad de sus prédicas y actos.
Y como no va a dar vergüenza? Uno de los textos dados a conocer se refiere al Padre Felipe Berrios, fundador de un Techo para Chile, que hoy vive en un campamento en Tocopilla.
Escribe Ezzati: “En Chile estamos terminando una semana bastante complicada con la entrevista del P.Berríos a TVN. Una hora de entrevista llena de soberbia y de afirmaciones contrarias al Magisterio de la Iglesia, utilizando al Santo Padre, en tono de profeta que denuncia la corrupción y la incoherencia de la Iglesia”.
Errázuriz escribe a Ezzati: “Antes de salir de Chile llamé a E. Correa para decirle que si el gobierno nombrara al personaje [se refieren a Felipe Berríos] capellán de La Moneda estaría armando un gran e innecesario conflicto, porque te obligaría a rechazarlo, lo cual crearía serias tensiones entre el gobierno y la Iglesia, y al interior de la Iglesia. Me dijo que lo transmitiría de inmediato…”
Los dos, que dicen ser de Iglesia, confabulan con otro, que ya conocemos, que se pasea por la Moneda como un roedor en busca de quesos. El padre Berrios señaló hoy que el no servía para Capellán de la Moneda, que al no nombrarle le hicieron un favor. Una lección de humildad para estos purpurados y para el lobista de palacio.
Uno de los afectados en abusos sexuales de Fernando Karadima Juan Carlos Cruz, y demandante en la causa, ha seguido los pasos para acusar a esta jerarquía en el Vaticano.
Escribe Ezzati: “Esta mañana tuve una noticia que no me agradó para nada. Un periodista me ha informado que el Sr. Cruz ha sido invitado por la Conferencia Episcopal Anglófona a dar su testimonio sobre la experiencia de abuso sufrida de parte del P. Karadima y del comportamiento de la Iglesia de Santiago en relación al mismo, en el encuentro que llevará a cabo en Roma, en la última semana de mayo. A dicho encuentro ha sido invitado el equipo de prevención de abusos de la CECh. Me lo comunicó el P. Ramos, quien quería asistir junto a varios laicos y laicas del equipo… Pido también su consejo para ver con quien intervenir en Roma para evitar que ello ocurra. Sabemos cuál es la intención del Sr. Cruz hacia Usted y hacia la Iglesia de Santiago.” Errazuriz responde: “¡La Serpiente no prevalece!”.
Felipe Berrios, jesuita y uno de los sacerdotes más admirados por los chilenos, ha respondido frente a esto señalando que en la Iglesia existen dos almas. Que esto ha sido siempre así.
El Papa Francisco ha sido claro. Esto cambiará. La Iglesia emergerá con una sola alma. La del amor y la tolerancia. Para que esto ocurra, es fundamental que estos representantes de la Iglesia, Ezzati y Errázuriz renuncien a sus cargos, se enclaustren en algún lugar y mediten sobre el daño que están haciendo a la Iglesia que ellos dicen seguir. Sus correos, privados o no, constituyen un pecado imperdonable y una verdad que de tanto ocultar emerge podrida por donde se le mire.