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15 de Septiembre de 2015

La hermosa carta de amor de la mujer analfabeta que inventó su propio lenguaje

Los kilómetros de distancia y su poca instrucción no fueron impedimento para que esta enamorada relatara a su marido cuánto lo extrañaba.

Por Redacción
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Una hermosa historia de amor dio a conocer el escritor siciliano Gesualdo Bufalino, quien en sus libro “La Luce e il Lutto” (La luz y el duelo) publicó una carta de una mujer italiana analfabeta, quien inventó un lenguaje único para escribir a su marido, un inmigrante en Alemania.

El documento data del año 1973, donde en la Italia de ese momento existía una 5,2% de analfabetismo.

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Bufalino tomó el material y logró interpretar y traducir los símbolos contenidos en el mensaje, para posteriormente escribir la carta con palabras. La carta fue publicada por T13, que tradujo el material que mostramos a continuación:

“Mi querido amor, mi corazón se atormenta por tu distancia, por lo que estrecho mis brazos hacia ti, juntos, con nuestros niños. Todos estamos con buena salud, yo y los dos más mayores; no tan bien, aunque no seriamente, el más pequeño. La carta anterior que te envié no recibió respuesta, y estoy muy triste por eso. Tu madre, golpeada por la enfermedad, está en el hospital, donde voy a visitarla. No te preocupes que voy no con las manos vacías; o a solas, inventando chismes: nuestro hijo del medio viene conmigo; mientras el mayor cuida del pequeño. 

Me aseguro que nuestro pequeño campo esté arado y sembrado. A los dos trabajadores, les pago 150.000 liras (385 mil pesos chilenos). Las elecciones del pueblo se están llevando a cabo. Voté por la Democracia Cristiana, como sugirió nuestra parroquia. Para la hoz y el martillo (los comunistas), la derrota ha sido enorme: es como si hubiesen muerto y puestos en un ataúd. 

Pero ganen unos u otros, todo es lo mismo. Nada cambia para nosotros, la gente pobre: cavamos ayer, y seguiremos cavando mañana. Hubo muchas aceitunas este año, de nuestro olivo. El hombre y dos jóvenes que contraté, uno para tumbarlas al suelo y los otros dos para recogerlas, me cuestan 27.000 liras (61 mil pesos chilenos). Gasté 12.000 liras (31 mil pesos chilenos) para una prensa de olivos. Obtengo suficiente aceite para llenar una jarra completa, y una más pequeña. Puedo venderlas a precio corriente, que es 1.300 liras (3.100 pesos chilenos) por litro.

Mi lejano amor, mi corazón te piensa. Ahora, especialmente que la navidad está cerca, desearía que estuvieras aquí conmigo, corazón con corazón. Un abrazo, ojalá, para mí y para nuestros tres pequeños hijos. Adiós, querido amor, mi corazón es tuyo y soy fiel a ti, unida a ti, como nuestros anillos a nosotros”.

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