La cumbia chilena: la historia del verdadero y no reconocido baile nacional
Durante décadas la cumbia chilena fue un estilo no reconocido, mal visto y roteado, a pesar que de pije a paje la bailaban en matrimonios, bautizos y cumpleaños. Pero luego de la aparición de una nueva generación de músicos, se volvió respetable. Por algo es el segundo y no reconocido baile nacional.
La cumbia chilena tiene fecha de nacimiento, origen y padre cononocido: Marty Palacios se llama su progenitor y la fecha es 1961. La banda se llama Sonora Palacios y su voz fue Tommy Rey. Al principio eran el hazmerreír de los otros músicos de orquesta bailable, que se dedicaban a calcar ritmos cubanos como el mambo y el chachachá junto a la cumbia colombiana. Es que a pesar de hacer muchos covers, el sonido de la Sonora Palacios siempre fue otra cosa: bronces destemplados, bases rítmicas más sencillas y letras chilenas y picaronas.
Desde mediado de los 60 sus hits no pararon. Tan grande fue el éxito, que las orquestas nacionales dejaron de tocar ritmos cubanos para explorar el nuevo estilo: la cumbia chilena. Un estilo no reconocido, mal visto y roteado por décadas, a pesar que de pije a paje la bailaban en matrimonios, bautizos y cumpleaños.
Hasta que llegaron los 2000. La década en que una generación joven rescató sin prejuicios, la tradición chilena mezclándola con lo global. Lo hizo Gepe juntando a Violeta Parra con Radiohead. Lo hicieron Los Tres reviviendo la choreza de la cueca en MTV. Lo hicieron los diseñadores jóvenes que rescataron la gráfica chilena setentera y el Liguria con la comida típica. Entonces apareció Chico Trujillo, Chorizo Salvaje, Banda Conmoción, La Noche, Américo, entre muchos otros. Y la cumbia chilena mutó, alcanzando el reconocimiento que antes no tuvo.
Cumbia gitana, cumbia punk, cumbia chora y romántica. Cumbia chilena. Un segundo baile nacional. Como las empanadas, que llegaron de una cultura extranjera, pero que de tanto cocinarlas las hicimos parte de nuestra identidad.
¿Y usted? ¿Cómo la baila?
A diferencia de la cueca que tiene su ciencia, la cumbia chilena es más cachañera, improvisada y sin pasos establecidos. Pero hay varios que se repiten. Acá, dos clásicos:
Póngale Pechito: Normalmente sucede en el punto cúlmine de la fiesta. Abra los brazos, incline levemente su caja toráxica hacia atrás y sacúdala al ritmo de los bronces con una sonrisa en la cara. Si está medio copeteado, mejor. Entonces estará “poniéndole pechito”.
Las manitos cortas: En los círculos sociales más conspicuos de nuestra sociedad, la cumbia se suele bailar de manera recatada. Un paso clásico son “las manitos cortas”: para lograrlo flexione los codos, llevando los antebrazos hacia los costados de su tronco. Un hombro para adelante y otro para atrás, balanceándose suavemente. Entonces ya lo tiene.
¿Y tu paso de cumbia? ¿Cuál es?