Los cambios que demuestran la improvisación del gobierno en el diseño de la reforma educacional
Con los problemas financieros y los ajustes presupuestarios que el gobierno ha tenido que hacer por razones internas, desde catástrofes, contexto internacional y la baja en la recaudación de la reforma tributaria, ya se da por cerrado que los fondos para implementar la gratuidad serán reducidos.
El gobierno había anunciado el 21 de mayo un presupuesto de US$ 500 millones para financiar el inicio de la gratuidad en 2016. Una cifra que beneficiaría a 260 mil jóvenes de los seis primeros deciles de ingre o tres primeros quintiles. Sin embargo, con el paso de unos meses, desde el Ministerio de Educación (Mineduc) se empezó a hablar de US$ 430 millones y una cobertura a 230 mil estudiantes de los cinco primeros deciles, es decir hasta $ 163 mil per capita o $ 652.000 en una familia de cuatro integrantes.
Ahora hay que sumarle un nuevo pero. Con los problemas financieros y los ajustes presupuestarios que el gobierno ha tenido que hacer por razones internas, desde catástrofes, contexto internacional y la baja en la recaudación de la reforma tributaria, ya se da por cerrado que los fondos para implementar la gratuidad serán reducidos.
El Mineduc se ha reunido con parlamentarios y representantes de la Nueva Mayoría para hablar de US$ 300 millones como para comenzar con el beneficio en 2016, $91 millones menos que los que se prometieron en el anuncio presidencial. Así lo confirmó el diputado de la Democracia Cristiana (DC), Pablo Lorenzini, quien integra la Comisión de Hacienda de la Cámara, indicó que “la última cifra que hemos conocido es que habrá US$ 300 millones para el inicio de la gratuidad, lo que entendemos son recursos frescos que se destinarán a financiar los estudios de más de 200 mil alumnos”.
Lorenzini también dijo que “las cifras partieron mucho más altas y sabemos que este ha sido un tema bastante complicado. Y es muy complejo que a días de iniciar la discusión presupuestaria ni siquiera quienes votamos las platas para los proyectos tenemos claridad sobre cómo se va a implementar ni los recursos definitivos”.
En el Mineduc han reconocido que aún se están haciendo ajustes y trabajando con el Ministerio de Hacienda para definir la glosa que contendrá la gratuidad en la Ley de Presupuestos. El jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Francisco Martínez, dijo el jueves que “el presupuesto es un tema que tiene un plazo y se terminará en el momento en que haya que entregarlo y eso reviste un análisis cada vez más detallado de algunos aspectos precisos, situación que ocurre en todos los presupuestos. No hay novedad al respecto”, informó hoy La Tercera.
A esto se suma que desde las universidades hay críticas porque no se les ha confirmado cuál será la fórmula parta calcular los aranceles para financiar la gratuidad.
Revisa a continuación un listado con las claves para entender el beneficio:
Por qué en el 2016
La gratuidad estaba comprometida para el 2018. Sin embargo, durante su discurso el 21 de mayo, la Presidenta anunció que la gratuidad se adelantaría: “A partir de 2016 aseguraremos que el 60% más vulnerable que asista a CFT, a IP acreditados y sin fines de lucro, o a universidades del Cruch, accedan a la gratuidad completa y efectiva, sin beca ni crédito”.
A quiénes va dirigido
El plan inicial del gobierno era dirigir el beneficio al 70% de los alumnos más vulnerable, en un comienzo, para luego llegar a una gratuidad universal, esto a finales del período presidencial. Ahora, con la puesta en marcha a partir del próximo año, se verán beneficiados con este proyecto aquellos alumnos que pertenezcan a los cinco primeros deciles.
Qué instituciones serán consideradas
Fue una larga discusión la que definió las instituciones que serán incluidas. En un principio se pensaba que estarían las 16 universidades estatales, y después se amplió a las 25 casas de estudios pertenecientes al Cruch. También ingresarán los CFT e IP que estén acreditados y no lucren. A esto se sumarán tres o cuatro universidades privadas quetambién podrán optar por la gratuidad.
Cómo se les pagará a las instituciones
Se definirá un arancel regulado en base a dos criterios: tipo de carrera y los años de acreditación de la institución. Es probable que haya una brecha entre el arancel de referencia y el que se cobre en las universidades, por lo que habrá una transferencia suplementaria, a cada plantel, para cubrir esta brecha. Esto tendrá un tope del 20% del valor del arancel de referencia.
Qué pasa con los otros beneficios
El Estado continuará con la entrega de otros tipos de beneficios, como becas Bicentenario, a quienes pertenezcan al sexto y séptimo decil. Para quienes no están en este rango, se continuará con la entrega de créditos como el Fondo Solidario y con Aval del Estado. En el caso de la universidades privadas, seguirán recibiendo la beca Juan Gómez Milla y el CAE.