Gobierno aún no aclara gratuidad y rectores aseguran que tendrá “forma, color y olor a beca”
Los jefes de las casas de estudio han manifestado su desacuerdo con cómo se ha llevado adelante la discusión, ya que todavía no tienen cómo organizar los presupuestos del próximo año. En tanto, diversos parlamentarios insisten en críticas de "improvisación" en el mecanismo para este beneficio.
La discusión respecto de la gratuidad ha pasado por todo tipo de críticas. Si bien es un beneficio, comprometido en la campaña de Michelle Bachelet, que es alabado por prácticamente todos los autores, el problema radica en cómo se ha ido definiendo su implementación. Los días avanzan y la claridad no aumenta respecto de cómo se aplicará para el 2016.
Esto, porque desde hace unas semanas la titular de Educación, Adriana Delpiano, reconoció un error al haber indicado que como secretaría de estado estaban “analizando” el uso de becas para que los estudiantes accedieran a la gratuidad en la educación superior, lo que había sido desechado por la propia mandataria el pasado 21 de mayo.
Ahora no existe claridad, en la medida que los estudiantes ya deben empezar a inscribirse para rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y el retraso en la entrega sobre qué mecanismo se utilizará, los rectores han debido esperar la definición de programas, cupos, vacantes y diversos temas similares, con miras al próximo período universitario.
Y la discusión se ha empujado hasta el límite, a causa de que -con la determinación de llegar a la gratuidad a toda costa- el gobierno de Bachelet determinó retrasar la discusión definitiva respecto de cómo financiar este beneficio, pero no se dejará de lado su entrega para el próximo año, ya que ésta se debiera realizar vía un apartado en el presupuesto del próximo año.
La Ley de presupuestos ingresa hoy, la mandataria lo anunciará en una cadena nacional esta tarde y aún no se tiene claro cómo se entregarán los recursos, montos que tampoco estarían del todo definidos ya que si inicialmente se consideraban 500 millones de dólares para este apartado, ha trascendido que este monto ha descendido hasta casi 300 millones de dólares. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha desestimado esta disminución, y ha ratificado el monto inicial.
Lo más cercano que se ha dado respecto de una forma de entrega de estos dineros lo esbozó el diputado Alberto Robles (PRSD), quien indicó -tras una reunión con el Ministerio de Educación- que “vamos a tener una glosa presupuestaria que viene con una mirada novedosa, en el sentido de que no es beca ni tampoco aporte basal, que entrega los aportes a la institución. Vamos a mirar cuál fue la forma creativa que tiene el ministerio para entregar”.
Esta creatividad no gusta a todos.
El ex presidente de la Democracia Cristiana, el senador Ignacio Walker, habría increpado al titular de la Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre -actual vínculo de La Moneda con el Poder Legislativo y ex ministro de Educación- a causa de que considera impresentable que a menos de un día que hacer público el proyecto de Ley de Presupuestos 2016 no hubiese claridad sobre el mecanismo. Su correligionario, el senador Andrés Zaldívar indicó que “yo voy a apoyar lo que el gobierno establezca como requisito y el gobierno se hará cargo del resultado”, según reproduce La Tercera.
Una de las principales discusiones es que no se quiere llegar a una beca, ya que esta deja la responsabilidad en el estudiante -los que terminan endeudándose para cubrir la diferencia entre la cobertura de la beca y el costo de la carrera como describió la mandataria el pasado 21 de mayo- y desde la oposición aseguran que no se debiera poder entregar montos a instituciones particulares, como las Universidades (esto a través de aportes basales) ya que sería inconstitucional. De ser así, según adelantó a El Mercurio el diputado UDI Jaime Bellolio “ocuparemos todas las herramientas que tenemos como legisladores” para corregirlo.
Una muestra de la frustración la refleja el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, quien indicó que a estas alturas le da lo mismo la fórmula de financiamiento de este beneficio, ya que “lo que importa es que los chiquillos no paguen”.
Además, precisó que desde el gobierno les han negado que se llegue a esto mediante becas, pero con un dejo de ironía, el rector planteó que “la gratuidad tendrá color de beca, olor a beca, forma de beca, pero nos han dicho que no lo es“.
Esta improvisación, crítica que han entregado desde el mundo político hasta estudiantil y académico, debiera resolverse esta noche, cuando la Presidenta de su anuncio de la Ley de Presupuestos para el 2016, para llegar a toda costa a la gratuidad el próximo año, lo que tiene a la actual administración metida en una especie de zapato chino. O por lo menos eso es lo que gran parte de Chile está esperando.