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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Senadores independientes y regionalistas ante una decisión histórica

Este miércoles deberán sentarse en el hemiciclo del Senado y decidir sobre dos nombramientos que tendrán en sus manos el control de la administración del Estado, como es el caso del Contralor, y del Fiscal Nacional, cuya función es dirigir la investigación de los delitos, llevar a los imputados a los tribunales, si corresponde y dar protección a víctimas y testigos. Al parecer la elección de los nombres ya está decidida, conforme lo informado por autoridades como parlamentarios de la oposición.

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María Teresa Larraín es Periodista.

Enrique Rajevic y José Morales, dos nombres que se barajan y donde uno ya puede estar seguro de ser elegido: Rajevic como el próximo Contralor de la República. El segundo, como consecuencia de la elección del primero, cuenta con el apoyo de la Oposición y de algunos parlamentarios Oficialistas, más ligados a la DC y a Jorge Burgos, Ministro del interior, quien se juega el pellejo por Rajevic. Entonces de ahí las sospechas una transaca que los parlamentarios oficialistas incluido el Ministro Burgos y el Presidente del Senado Patricio Walker (DC) han desmentido.

Este fin de semana se ha lanzado la carrera comunicacional para que se vote en consecuencia a los deseo de Burgos. Sin embargo el ex senador Camilo Escalona (PS) dio una verdadera clase magistral como zorro político en el programa Estado Nacional de TVN. Recomendó que los senadores cuestionados y procesados por Fiscalía no votasen, debido a que es la única opción honrosa, ya que no existe la inhabilitación para dirimir casos como este.

Al respecto ya hay tres senadores que declararon no votar: Fulvio Rossi, Iván Moreira y Carlos Montes, cuyo hijo es fiscal y por ende parte del Ministerio Público, es decir que estará bajo la supervisión del nuevo Fiscal Nacional. El senador Jorge Pizarro, quien tiene a sus hijos yendo y viniendo a fiscalía, ha señalado que no tiene por qué inhabilitarse. Hay veces que la ética se olvida y la moral pasa a ser moneda de cambio. Juzgue entonces la ciudadanía.

Dentro de la campaña de imagen para defender la total independencia de Rajevic, se indica que el contralor saliente, Ramiro Mendoza fue asesor de ministerios antes de asumir el cargo. Y que ha declarado el perfecto derecho de que Enrique Rajevic sea nominado. No se habla, sin embargo de que este abogado, para llegar a donde está contó con el apoyo del Estado en una beca que le obligaba a desempeñarse en un organismo fiscal, una vez regresado al país. Y si no lo hacía, debía reintegrar el dinero al Fisco.

No se dice ni se menciona que miles de jóvenes año a año optan a esta beca de excelencia. Una vez finalizados sus estudios regresan, ocupan cargos públicos a lo largo del país, sin quejarse de sus honorarios que son la mitad de los que tendrían si trabajaran en la empresa privada. Es lo que se llama devolver a todos nosotros, en servicio, lo que se les encomendó y para lo que se prepararon. Algo que Rajevic no solo no hizo, sino que lo aprendido lo entregó a la empresa privada “porque necesitaba trabajar”…según sus palabras. Como si los jóvenes, los que sí cumplieron con la Beca Presidente de la República, no lo necesitasen. Es aquí donde se mide la vara entre lo que es ético y lo que no lo es. Entre lo que es probidad y transparencia y lo que no. Es aquí donde la relatividad no cuenta.

Demás está decir que la elección de este miércoles 14 enfrentará a senadores ante sus conciencias. Si prevalece en ellos una visión de conveniencia política, primará esconder bajo la alfombra los escándalos de algunos de sus pares: por cuanto si las investigaciones siguen, serán otros más los que caigan. Ello traería consecuencias fatales para nuestra tradición republicana. La otra cara es si queda en ellos el deber cívico de gobernar para el bien de la comunidad que los eligió. Hacerlo en forma transparente por el bien de todos.

La opinión pública se pregunta una vez más ante el caso Rajevic, ¿qué tan importante es que sea él elegido? Para el sector DC y el Ministro Jorge Burgos, la respuesta es simple: fue hasta hace un año militante disciplinado del partido. Este le entregó cargos de responsabilidad y millonarios contratos existentes hasta hoy en ministerios como el de la Vivienda, el cual supervisa a los Directores de Obras municipales. Estos son controlados solo por Contraloría. Los mayores casos de corrupción y cohecho se enquistan allí debido al manejo perverso de las inmobiliarias. Son varios Directores de Obras fiscalizados por Contraloría y procesados.

La Presidente Michelle Bachelet tiene el nombre del Fiscal a quien nominará según cinco candidatos presentados por la Corte Suprema. La presión es fuerte. Veinticinco senadores deberán ratificar su nombre. En cuanto a Enrique Rajevic, éste fue seleccionado por la Presidente. Requiere 22 votos. Uno más de los que tiene Nueva Mayoría e independientes. El Gobierno cuenta con sus votos.

De ellos depende la ratificación de Rajevic como Contralor de la República. Una decisión difícil por cuanto no son ajenos a las presiones. La ciudadanía confía que actúen consecuentemente privilegiando la probidad y transparencia por sobre los cantos de sirenas y promesas de apoyo a sus regiones, como tantas veces el gobierno central compromete a cambio de un voto.

Nunca antes en la elección de estos cargos había existido tanta presión. Porque nunca antes en la historia republicana se habían unido dinero, codicia y poder. Juzgue la ciudadanía a quienes concurrirán con sus votos. Y elija a sus parlamentarios el año 2017, en consecuencia.

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