Los cinco discos que Ana Tijoux se llevaría a una isla completamente desierta

Ana Tijoux es una de las artistas chilenas más destacadas en el extranjero, prueba de ello fue la entrevista que le realizó BBC Mundo, en el contexto del festival digital HayFestivalMéxico, donde se le consultó sobre “qué discos se llevaría a una isla desierta”. 

En la publicación destacan la referencia que hizo el New York Times de la cantante, donde afirmaban que la música de Tijoux es “calmadamente efectiva, nunca estridente”. Una de los tantos elogios que ha tenido de la prensa especializada.

De esta manera la elección de la artista sería la siguiente: 

1. John Coltrane – “Live at Birdland”

Para la primera  elección la cantante  eligió el disco de este ícono del Jazz. “Este disco es una joya por donde se le escuche, uno de esos discos de cabecera que se acompaña desde un buena copa de vino hasta una bella conversación en la cofradía de la más profunda y honesta humanidad”.

2. Chico Buarque – “Ópera Do Malandro”

“Es una película y la música de una obra de teatro escrita por el mismo Chico Buarque. Ópera Do Malandro es el aroma de mi infancia, de las risas con mi padre, del olor a vinilos en el piso y mis primeros acercamientos al universo de Chico”, señala la artista.

“Mi padre me llevo a verla cuando era niña y me marcó no solo por la película sino porque escuchábamos sin cesar este disco en casa. Es el aroma de mi infancia, de las risas con mi padre, del olor a vinilos en el piso y mis primeros acercamientos al universo de Chico”, agrega.

3. Ryuchi Sakamoto – “Beauty”

“Este disco tal como su nombre es una belleza” afirma Tijoux “Llegó a mis manos después de conocer su obra en ‘El Último Emperador’ cuando niña. Esta obra nos hace viajar por continentes lejanos, entre mezclas de música japonesa y África… una belleza pura”.

4. Arthur Verocai – “Arthur Verocai”

“Conocí tarde el trabajo de Verocai y debo decir que ha sido de los artistas que más me han removido estos últimos años. Me parece que su obra merece muchísima más cobertura. Un artista que amerita estar y ser escuchado una y otra vez más aun en una isla desierta”, señaló.

5. Serge Gainsbourg – “L’Homme à tête de chou”

“Este disco de 1976 es, a mi gusto, una de las obras cúlmines de Gainsbourg. Un disco que habla de un amor que vuelve loco y envuelve con atrevimiento musical entre sonoridades populares y apuestas oscuras deleitando en cada canción que lo componen”.