El macabro Código Penal del Estado Islámico: desde corte de extremidad por hurto hasta muerte por blasfemia
De acuerdo al EI, estos castigos funcionan a modo de “advertencia” para los no creyentes, o los infieles, entre los que están considerados todos los occidentales.
Algo tan normal como tomarse una copa de vino, para los extremistas del autodenominado Estado Islámico (EI) significa un terrible castigo que se eleva a los 80 latigazos.
Los integrantes de esta milicia, que nació como una escisión de Al-Qaeda, la que además resultó potenciada por la guerra civil que tiene lugar en Siria.
Sus territorios se extienden entre el país mencionado hasta Irak, y gran parte de su contingente provienen de occidente, de jóvenes de primera o segunda generación, nacidos en Europa o Estados Unidos. Ellos reciben parte de la propaganda del grupo y conocen a través de las redes sociales a los reclutadores, quienes les dan instrucciones sobre cómo evadir diversos controles y finalmente llegar al autodenominado califato, régimen religioso basado en una lectura extremista del Islam.
Es esta interpretación, de acuerdo publica el Daily Mail, la que también estableció el código penal de este “estado”, el que considera castigos extremadamente duros tanto para los opositores del grupo, como quienes cometan delitos como robo. Revisa a continuación algunos de estos castigos, los que generalmente son televisados y difundidos a través de las redes sociales.
Blasfemia en contra de Dios: muerte.
Blasfemia contra su mensajero (o imán, que dirige la oración): muerte, incluso si se arrepiente.
Blasfemia contra el Islam: muerte.
Adulterio: Lapidación hasta la muerte para el casto, 100 latigazos y destierro por un año para el no casto.
Homosexualidad: muerte.
Robo: corte de la mano.
Beber vino (alcohol): 80 latigazos.
Calumnia o difamación: 80 latigazos.
Espía (para los intereses de los “infieles”): muerte.
Apostasía (o renuncia) del Islam: muerte.
Crímenes en la carretera: Asesinato y robo: muerte y crucifixión – asesinato: muerte – robo: corte de la mano derecha y el pie izquierdo – aterrorizar a la gente: destierro.