Carlos Gajardo cree que “si la Fiscalía no tiene éxitos semejantes en Penta y SQM, se pueden levantar sospechas”
El persecutor considera que con la condena que recibió el ex timonel de la UDI, Jovino Novoa, se cierra un proceso, pero a la vez deja la vara alta al caso SQM. Esto, para evitar “sospechas de un trato desigual a distintos sectores políticos”.
Como un antes y un después se puede tomar la condena a Jovino Novoa del pasado miércoles, quien quedó sujeto a tres años de libertad vigilada después de ser condenado por una serie de delitos tributarios, en el contexto del caso Penta.
El persecutor que inició esta indagatoria junto a su Unidad de Alta Complejidad de la Zona Oriente, Carlos Gajardo, estima que si bien el veredicto en contra del histórico timonel de la UDI se dio por estos delitos relacionados con declaraciones fraudulentas de impuestos, sí se logró acreditar la existencia de un esquema de financiamiento ilegal de campañas políticas.
En conversación con Qué Pasa, refuta a quienes consideran “exagerado” que con este fallo se desprenda como una “verdad judicialmente establecida” el financiamiento ilegal a campañas políticas.
Para esto, el persecutor hace un símil con el caso de un asesinato: “El contenido de esta sentencia específica es la condena por delitos tributarios, pero en todo delito debe desarrollarse la dinámica de cómo y por qué ocurren los hechos. Esto es muy claro en el delito de homicidio, siempre debe explicarse cuál es el móvil que tuvo el asesino para matar, eso forma parte de la verdad que se establece una sentencia. En este caso es igual. La condena es por delito tributario, pero se establece cuál es el origen y el motivo de esta situación delictiva que es esta evasión tributaria que se da a raíz del financiamiento a campañas políticas. Eso no es una pretensión de la Fiscalía: es un hecho judicialmente asentado en una sentencia judicial”.
Además, Carlos Gajardo hace una comparación entre el avance que ha tenido la causa Penta, versus SQM, que afecta principalmente a personeros vinculados con el oficialismo, y que incluso torpedeó lo más profundo de La Moneda, generando la salida del ex titular de Interior de Michelle Bachelet, Rodrigo Peñailillo.
“Cuando una causa está en el ojo del huracán, se dificulta el avance pues los testigos e imputados empiezan a tener mayores reticencias para declarar. Me parece evidente que el mayor avance, y que explica la gran diferencia que hay entre el caso Penta y SQM, fue que se produjo mientras la causa estuvo en completa reserva hasta el mes de diciembre, donde efectivamente sólo existía la causa Penta. A partir del conocimiento público y del nacimiento de la causa SQM, ha habido mayores reticencias de las personas involucradas en declarar, muchos imputados han guardado silencio”, plantea el persecutor.
Lo más complejo que aborda el fiscal es que existe un grado de “éxito” distinto en ambas causa. Esto representa un reto: “Hay un desafío de poder tener el mismo éxito investigativo y luego judicial en los tribunales, en la causa Penta con la causa SQM. Es un desafío muy importante para la Fiscalía, porque creo que, razonablemente, si la Fiscalía no tiene éxitos semejantes en Penta y SQM se pueden levantar sospechas acerca de un trato desigual a distintos sectores políticos, lo que no es ni de cerca algo que a nosotros nos interese como institución”.
También aborda la ocasión en la que presentó su renuncia al Ministerio Público, justo cuando estaba estructurándose SQM como caso, pero analizó los hechos y confesó algo de la trastienda de este hecho: “La presenté una vez (la renuncia) y creo que estuvo muy bien presentada. Le voy a hacer una infidencia: en su momento el propio fiscal nacional Jorge Abbott ha considerado que ese fue un acto relevante para el desarrollo de la institución. Fue un acto que estuvo bien hecho. Mi permanencia en la institución es como todo en la vida, uno está en los lugares mientras siente que es un aporte y mientras se siente cómodo”.