La historia del hombre obsesionado con su cuerpo que murió de cáncer por exceso de anabólicos
Pizzas, hamburguesas y ocho bebidas energizantes diarias eran parte de la dieta que terminó desarrollándole tumores en el higado, los que finalmente acabaron con la vida de Dean Wharmby.
Más de alguna vez alguien te dijo que todo exceso es un error. Quizás si alguien le hubiera dicho esa frase a Dean Wharmby podría haber provocado un cambio en su vida y haber prevenido la trágica muerte a la que se enfrentó.
Este fisicoculturista, por más de 20 años en el rubro, tenía una dieta bastante particular: hamburguesas, pizzas, mucho tocino y ocho latas de bebida energizante diarias. Eso, combinado con una dura rutina de ejercicios, sumado a los anabólicos que comenzó a inyectarse para tener el trabajo cuerpo que quería.
Sin embargo, su obsesión lo llevó a desarrollar un tumor en el hígado hace cinco años el que acabó con todos sus sueños. En ese momento, abandonó la vida que llevaba y se volcó a la medicina natural con sesiones de reiki espiritual y llegó a administrarse más de 200 comprimidos de remedios naturales.
Esto, pese a que los médicos le ofrecieron tratarse con quimioterapia y un transplante, pero él se negó desde el primer día. “La razón principal por la que elegí lo natural por lo artificial fue porque quiero vivir. Yo no quiero morir”, dijo en ese entonces.
Su apuesta dio resultado durante el primer año, logrando que el tumor desapareciera. Tras esto, volvió a su rutina anterior: dieta hipocalórica y bebidas con cafeína le entregaban lo necesario para entrenar a siete deportistas al día.
Dos años más tarde, en 2013, los excesos lo llevaron a sucumbir nuevamente y se desplomó afuera del gimnasio donde trabajaba. Un año después, la situación se agravó: ya estaba “conectado a cada máquina imaginable”, el tumor era inoperable y solo le dieron tres meses de vida.
“Me ofrecieron quimioterapia, pero los médicos básicamente dijeron que ya no tenía sentido”, contó Wharmby. Incluso un médico londinense experto en medicina natural lo visitó, pero ya era demasiado tarde. El cáncer estaba demasiado avanzado como para intentar cualquier tratamiento. En julio de este año finalmente falleció a los 39 años.
Según lo publicado por el Daily Mail en ese entonces, la médica forense Lisa Hashmi explicó que “hay una relación directa entre el exceso de esteroides y la muerte del señor Wharmby”, añadiendo que fue el exceso de anabólicos el principal causante de sus tumores.
“La muerte de Dean y la pérdida de una vida tan joven en tales circunstancias debe enviar un mensaje muy claro para todos los fisicoculturistas. El uso de esteroides, que aparentemente es moneda corriente en todas partes, no está exento de riesgos”, indicó.