Es tiempo de potenciar las compras públicas en Innovación
Chile hoy se encuentra muy por debajo del promedio de los países de la OCDE respecto del porcentaje del PIB que dedican a I+D+i, con sólo un 0,39%.
Jaime Soto es Secretario General de ACTI
Innovación es un concepto que está tomando fuerza y a pesar de que en diferentes formas existe desde hace varias décadas, durante los últimos años ha logrado captar la atención de la ciudadanía y de a poco ir ganando el valor que realmente le corresponde en el Chile de hoy.
Y es que nos encontramos ingresando en una economía digital, donde las condiciones para la creación de innovación crecen día a día. Sumado a esto, vemos que, desde diferentes instancias, tanto públicas como privadas, se está impulsando, ocupando el lugar donde puede ser más fructífera en el sistema chileno actual, desde el talento, la colaboración y la creación para Chile y el mundo.
Es por ello que un personaje clave para poder continuar incentivando la innovación es el estado, junto a sus diferentes iniciativas públicas que le permiten llevar esta herramienta a más personas, contribuyendo así a la creación, adquisición y el impulso de Chile como país innovador.
Pero que el estado participe en esta área no significa que sólo pueda adquirir o desarrollar productos, aplicaciones o instrumentos tangibles que sean innovadores, sino que también abarca un factor muy importante, que recae en habilidades no tangibles, en las ideas y el talento. Esto es posible mediante la compra de innovación a través inversiones, la creación de espacios, concursos y programas que promuevan su desarrollo, asesorías, charlas, especialización de profesionales y más.
Porque hoy la innovación debe estar alineada un ciento por ciento con la investigación y desarrollo, los que en su conjunto deben convertirse en la estrategia para el progreso y el aumento de la competitividad de Chile. Y, gracias a entidades como Corfo, por ejemplo, esto es posible.
Y es que durante décadas se han estado impulsando programas que promueven la innovación, pero éste es un trabajo constante y que se debe ir actualizando cada día, porque por muchas e increíblemente fructíferas que sean las oportunidades que entrega Corfo, siguen siendo limitadas y aún muy escasas para la cantidad de chilenos que podrían formar parte de ellas.
Porque Chile hoy se encuentra muy por debajo del promedio de los países de la OCDE respecto del porcentaje del PIB que dedican a I+D+i, con sólo un 0,39%. Esta cifra resulta preocupante si además de la OCDE, consideramos el panorama mundial, y más aun conociendo las oportunidades, ideas y talento que existen en Chile para generar innovación, y el momento que se vive a nivel mundial respecto de las condiciones que permiten la digitalización y el fomento a esta acertada herramienta.
Es por ello que no podemos olvidar que el avance en esta área es muy importante y beneficiosa además para aumentar la productividad de las diferentes industrias en Chile, crear nuevas unidades de negocio y actores en el sistema económico, incentivando a su vez que como país podamos convertirnos en un exportador de tecnologías y servicios, lo que nos permitiría dejar de depender exclusivamente de los recursos naturales.
Este paso es muy necesario para el Chile de hoy, cuando el país vive una pérdida de confianza que debería alarmarnos, y los casos de conflictos y corrupción están afectando el ritmo normal de trabajo en diferentes aristas, por lo que es ahora cuando el país necesita un paso más hacia la transparencia, hacia encontrar nuevas formas de trabajar, crear y desarrollarse, sin caer en las inconsistencias. Y para ello se requiere innovar, y en particular, en términos de compras públicas.
Y las circunstancias están totalmente alineadas para que así sea, para que nos unamos a la economía digital y le saquemos el provecho que es posible gracias al incontable talento que aquí existe.