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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Un par de verdades sobre el Festival de Viña 2016

Esa es la marca del Festival de Viña: reúne. Pero no sólo eso, es un evento que cada año debe enfrentarse a algo tan importante como la reinvención para evitar caer en lo cliché, en “lo mismo de siempre”.

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Renata Ruiz es Socióloga PUC. Modelo durante más de una década y pseudo experta en temas estéticos. ¿Por qué pseudo? Porque no he estudiado sobre el tema, pero me han maquillado mas de mil veces, peinado otras mil, he probado todos los tratamientos estéticos conocidos, comprado miles y miles de cremas, observado miles de técnicas, conversado sobre el tema con todo el mundo. En fin, vivo en un medio que me exige belleza y me ha sido imposible no aprender. Ahora quiero compartir mi experiencia con todas ustedes. Conductora de radio y TV. @renataruizperez. Síganme!

“Viña es un festival, música junto al mar”, así era parte del coro que muchos tienen en su mente de los antiguos años de uno de los festivales más emblemáticos del país, y que también gracias a él ha permitido que otros municipios se lancen con sus propias apuestas veraniegas para sus habitantes.

Desde la década del 60’ que el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar es un suceso: da igual el estilo musical que prefieras, siempre terminas hablando del evento que marca febrero; por el éxito de la noche, por algún bochorno, el vestido de la presentadora, el desliz del presentador o el bullado acto de humor. Siempre da de qué hablar.

Esa es la marca del Festival de Viña: reúne. Pero no sólo eso, es un evento que cada año debe enfrentarse a algo tan importante como la reinvención para evitar caer en lo cliché, en “lo mismo de siempre”. En los 70’ tuvo su época dorada con grandes visitas como Julio Iglesias o Miguel Bosé, que en ese tiempo eran un boom, y claro, también dió mucho de qué hablar por la situación que en ese momento pasaba el país.

Ya en los 90’ vienen los recuerdos de varios, como con la primera visita de los Backstreet Boys y la histeria femenina juvenil que se desató en el Hotel Miramar, y claro, luego de eso la atención sobre Viña comenzó a decaer poco a poco, desde el desacierto de traer a ciertos artistas, o por la múltiple opción que ahora tenían los televidentes que desde esa década contaban con televisión por cable. Ahí lo interesante: a pesar de sus conflictos para lograr captar al público, sigue vivo hasta el día de hoy.

Pero, ¿el glamour? Este año sin duda que es para reinventarse desde esta arista. Con todo el boom de tener mejores alfombras rojas, en esta oportunidad podríamos llevarnos una sorpresa. No olvidemos que tenemos como referente lo ocurrido en la avant premiere de “Los 33”, y que poco a poco los invitados han aprendido a entender el concepto de un evento de tal magnitud, dando lo mejor de sí.

Mis consejos en esta área para quienes se van a ver expuestos a los flashes son múltiples pero bien concretos. Primero que todo para las damas, ocupen doble faz en todo el cuerpo prácticamente. Eviten a toda costa situaciones incómodas, como mostrar escote que no querían que se viera o incluso, como ha pasado, que se abra mucho la apertura del vestido al caminar por la alfombra. Para todos es de vital importancia que aprendan de memoria quien es el diseñador que los viste y los accesorios que van a usar. También recordar que es el mejor momento para promocionar a sus equipos y ellos estarán enormemente agradecidos, así que si no tienen como explayarse sobre sus vestimentas, recuerden a quienes los ayudaron demoraron, cuantos vestidos se probaron, etc…

No es simplemente aparecer con un vestido largo y bien peinada, es un momento donde debes saber lucir, brillar, tener cuidado con los detalles, en especial los hombres, que en Chile suelen ser mas flojitos. Quizás aún no podemos comparar esto con una gala de los Oscar, pero eso no significa que debemos presentarnos como sea.

Para mi, este Festival es muy importante: me siento halagada de ser invitada como jurado en esta nueva versión. Un desafío enorme que además me ha servido para conocer más de la importancia de este evento que no sólo llega a todos los chilenos, sino que también a nivel internacional: a pesar de las críticas que muchos le pueden hacer, es uno de los eventos musicales más importantes de Latinoamérica.

¿Qué pasará este 2016? Con una parrilla que va desde Lionel Richie y Rick Astley, pasando por Don Omar, Wisin, haciendo guiño a los clásicos de Alejandro Sanz y Ana Torroja, hasta Javiera Mena, pretende conquistar a un variado y demandante público. No menor, llega la primera mujer con rutina humorística luego del fracaso de Vanessa Miller: Natalia Valdebenito tiene una tarea no menor de la que sin duda saldrá muy bien gracias a su actual éxito -”Gritona” fue éxito de ventas con funciones agotadas.

Sus animadores ya están más consolidados en un escenario exigente: Rafael Araneda es el animador que luego de Antonio Vodanovic ha estado más veces en la Quinta Vergara, y Carola de Moras es otra que ha sabido conquistar al famoso “Monstruo” con su desplante, simpatía y belleza. Si bien han sido años con antecedentes de sintonía menores a años anteriores, sólo significa que el desafío es mayor; nada está perdido.

Claro está que muchos podrán tener críticas, pero ¿qué sería un evento sin un poquito de picardía? Lo importante está en que Viña sí tiene Festival, y que ha estado trabajando para que la llama de esa antorcha por lo pronto, no se apague.

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