Experto en transporte: “Cuentas del Transantiago son tan oscuras que uno no sabe si el alza del Metro es para lo que dicen”
Ahora que el pasaje en horario punta cuesta $740, 20 pesos más que antes, el metro de Santiago se coronó como el más caro de Latinoamérica.
Una vez sabida la noticia, los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar. Repudio, protestas, manifestaciones y explicaciones fueron el panorama que marcó el primer día en el Metro de Santiago, luego de que el ministerio de Transporte comunicara el alza, para muchos arbitraria e inesperada, del precio de los boletos.
La razón de la nueva medida: subsidiar el pasaje de los adultos mayores, quienes desde el lunes 15 de febrero pagarán $210 durante todo el día, incluyendo el horario punta que antes no se incluía. Debido a ello, quienes usen el Metro de lunes a viernes entre 07:00 y las 08:59 horas, y entre las 18:00 y las 19:59 deberán pagar $740, 20 pesos más que antes. Con esta cifra el metro de Santiago se coronó como el más caro de Latinoamérica.
La situación desató la furia de los ciudadanos y el cuestionamiento por parte políticos y expertos en la materia. Los dardos apuntaron a cómo se determinó dicha decisión, considerando que el panel de expertos, entidad que fija el precio del transporte público, ni siquiera fue consultado.
Rodrigo Quijada, experto en transporte y coordinador de la Coalición por un Transporte Justo, señala que la situación es mucho peor de lo que se cree. Quijada explica que el Panel de Expertos del Transantiago es quien determina si sube o no el valor de los boletos y luego se lo comunica al Ministerio de Transporte, cartera que, por ley, debe ejecutar lo que dice el panel.
Sin embargo, en esta oportunidad no hubo comunicación y de hecho, pasó todo lo contrario: el Gobierno tomó la decisión. “Esta alza es arbitraria, es inesperada”, dice Quijada y añade: “Lo que no me parece bien es que se haga con este mecanismo que burla el sistema”.
Sus palabras apuntaron a los orígenes del Transantiago, debido a que el Panel de Expertos se creó en plena crisis del sistema. Según cuenta Quijada, se ideó para evitar que se hicieran cuestiones populistas con el transporte público. “Y hoy lo que sucede es que el ministerio dice ‘no voy a pescar a este panel y voy a hacer otra cosa para darle un beneficio a personas vulnerables’. Justo en un año de elecciones. Esa combinación es pésima”, señala.
El buen samaritano
Pese a las críticas, la razón que esgrime el Gobierno para aumentar el precio de los pasajes podría considerarse como un acto de buen samaritano.
No obstante, Quijada le da el beneficio de la duda al ministerio. “Yo creo que es sincero el Gobierno cuando dice que, por lo menos el grueso de la plata, va a subsidiar a los adultos mayores. Me hace mucho sentido decir que a un grupo de usuarios le van a cobrar menos y entonces ahora se necesita la plata para resolver esa disminución”, comenta.
Ahora bien, ¿si ese dinero va para el bolsillo de Metro? Quijada lo niega. ¿Por qué? Porque explica que existe el concepto de “tarifa técnica”, que es el valor que reciben las empresas ligadas al transporte público. Dicha cifra se fija en el contrato que tienen con el ministerio, o convenio en el caso de Metro, y el valor se reajusta de acuerdo al IPC, por lo que hay una tendencia natural de los costos del sistema a crecer.
Con todo, Quijada tiene sus dudas: “Las cuentas del Transantiago son tan oscuras que al final uno no sabe si lo que está pagando demás es para pagar lo que ellos dicen o para otra cosa”.