Esta es la opinión del decano de Filosofía y Humanidades de Universidad de Los Andes sobre aborto
Jorge Peña Vial escribió una carta al director en El Mercurio donde se refiere a los -a su juicio- peligros de abrir la puerta al aborto en el país, aunque sea por las tres causales que contempla el proyecto recientemente aprobado en la Comisión de Constitución de la Cámara de DIputados.
La aprobación del proyecto que despenaliza el aborto en tres causales, violación, inviabilidad fetal y riesgo de la vida de la madre, en la Comisión de Constitución de la Cámara, no ha dejado a todos contentos. Parte de la centroderecha y la Democracia Cristiana y los sectores más conservadores del país, han criticado la iniciativa que ahora deberá discutirse en Sala.
Hoy publicada en el El Mercurio, una carta del decano de Filosofía y Humanidad de la Universidad de los Andes, Jorge Peña Vial, en la que criticó duramente que a través de este proyecto se abra la posibilidad de abortar en el país. El académico de la universidad ligada al Opus Dei, plantea que las excepciones planteadas en la iniciativa finalmente se extenderán ilimitadamente hasta permitir el aborto libre en el país.
“Admitida la excepción, ese agujero tiende a extenderse ilimitadamente o fuerza a la jurisprudencia a una interpretación discutible del texto legal, o bien se adaptan artificialmente los hechos al caso previsto en la ley, es decir, el fraude procesal”, dice el decano.
Y agrega: “Es un hecho comprobado en todos los países que han legalizado el aborto que acudir a casos dignos de compasión es solo el primer paso para su generalización y total aceptación, hasta llegar a aceptar vagas causas psíquicas y peregrinas discusiones en torno al número de semanas en que se practica”.
Finalmente, Peña concluye: “En esta materia tan vital y nuclear para la sociedad, la puerta no puede estar más que abierta o cerrada, y que la esperanza de mantenerla entreabierta para casos graves se ha comprobado, por experiencia, completamente ilusoria. Es pequeña apertura, inspirada en casos dramáticos, con el tiempo se convierte en un tremendo forado que pone en peligro el más básico de los derechos humanos”.
