Niño es forzado a dejar su escuela por ser hijo de un hombre portador de VIH
"Vivo con miedo, no sé qué nos pasará a mí y mi hijo. No tengo forma de vivir porque nadie me da un trabajo", aseguró la madre.
Un niño de seis años fue obligado a abandonar una escuela en el norte de Sri Lanka por ser hijo de un infectado con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), tras cuatro días de protestas de los padres de otros alumnos y el fracaso de las autoridades educativas a la hora de convencerlos.
Saman Wijesekara, director de Educación de la zona de Kurunegala, en el centro del país y donde se encuentra la escuela de Kuliyapitiya, dijo a Efe que, “dada la situación actual, no es seguro que el niño vaya a la misma escuela, así que las autoridades han decidido trasladarlo a otro colegio“.
La decisión se produjo tras cuatro días de parálisis de la escuela por la determinación de los padres de no enviar a sus hijos por la presencia de este niño, hijo de un portador del VIH que murió en septiembre de tuberculosis, según la madre y Wijesekara.
La situación llevó a las autoridades a mantener una reunión con los padres, en la que, según aseguró a Efe el director de la escuela, H.P.M. Wimalawardene, participaron funcionarios del Ministerio de Salud, de la Oficina de Derechos Humanos y del Ministerio de Educación, para tratar de convencer a los padres.
No lo lograron, y tras el encuentro los representantes públicos visitaron a la madre, Chandany de Soysa, para informarle de que cambiarían al niño de escuela.
“No sé cuando irá mi hijo a la escuela, lo mantendré en casa hasta que le den un nuevo colegio“, dijo a Efe De Soysa, al explicar la causa de la muerte de su marido y asegurar que nadie más en su familia tiene VIH o sida.
La mujer atribuyó los falsos rumores a la mala intención de los hermanos de su difunto marido por problemas familiares de dinero.
“No fui al encuentro de hoy, no puedo pelear por esas cosas ahora, me doy por vencida“, afirmó, al asegurar que necesita ayuda por el rechazo social que ha generado esta situación.
“Vivo con miedo, no sé qué nos pasará a mí y mi hijo. No tengo forma de vivir porque nadie me da un trabajo, ni tan siquiera nos hablan”, manifestó desesperada.