Diez frases macabras que definen la visión de Donald Trump, el republicano favorito de muchos gringos
El empresario neoyorquino, dueño de un ácido e hilarante discurso, se tiene fe: dijo que de momento, no encuentra rival que le frene.
Donald Trump no tiene miedo a decir lo que piensa y cree. Ello sin importar si sus frases son políticamente incorrectas, sin importarle si lo tildan de racista, xenófobo, machista, estúpido, payaso e incluso violento. Pese a todo, lo cierto es que Trump, republicano, se corona como uno de los favoritos para llegar a la presidencia de Estados Unidos junto a su rival, la demócrata Hillary Clinton.
Aquí, una lista con sus diez comentarios más desafortunados:
1
“Podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos”
Sabe que tiene un público fiel que le apoya para ser el próximo presidente de Estados Unidos: “¿Tengo a la gente más leal. ¿Alguna vez habéis visto algo así”, dijo durante su campaña en Iowa. Por eso añadió posteriormente que podría cometer un atentado en el centro de Nueva York sin preocuparse por perder apoyos.
2
“Restablecería el ahogamiento simulado para los sospechosos de terrorismo”
La poca sensibilidad de Trump ha sido otro de los descubrimientos de esta precampaña. Por eso quiere que se vuelva a utilizar la técnica que consiste en verter agua sobre el rostro cubierto con una tela para provocar asfixia a un detenido, como reveló en una entrevista.
Para respaldar su defensa del llamado waterboarding, Trump aseguró que es “muy poco comparado con lo que nos hacen ellos a nosotros”. Una justificación que ilustró con el ejemplo de Jim Foley, el periodista estadounidense ejecutado por ISIS. “Lo que le hicieron a él cuando le cortaron la cabeza es otro nivel distinto”, declaró.
3
“Pido el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes en EEUU”
Que Obama asegurase que ISIS no hablaba en nombre del islam no gustó nada a Trump. Pero si algo animó a Trump a su nueva barbaridad fue la matanza de San Bernardino (California), donde dos personas inspiradas por ISIS asesinaron a 14 personas. Por eso se lanzó a pedir que se prohibiese la entrada de los musulmanes en EEUU por un supuesto “odio” a la población del país “que va más allá de lo comprensible”. Eso sí, solo pedía que se instaurase “hasta que las autoridades averigüen qué está pasando”.
4
“Si gano las elecciones, devolveré a los refugiados sirios a casa”
Acusa a todos de ser sospechosos de pertenecer a ISIS. La razón: “Son todo hombres, y todos parecen tipos fuertes. Hay muchos hombres, más que mujeres”. “¿Por qué no están luchando para salvar Siria? ¿Por qué están emigrando a toda Europa?”, se preguntaba. La última de sus teorías es que podrían ser un ejército terrorista disimulado. “Esta podría ser uno de los mayores estratagemas de todos los tiempos. Un ejército de 200.000 hombres quizás. O si envían 50.000 o 80.000 o 100.000… Es una posibilidad. No sé si es así, pero sería posible”.
5
“Un muro en la frontera con México nos ahorraría muchísimo dinero”
Su idea es luchar contra la “inmigración ilegal”. Incluso ha dicho que hará pagar al país mexicano por la construcción del mismo porque, según él, “está ganando mucho dinero gracias a Estados Unidos”. Para reforzar su discurso antiinmigración, el equipo de Trump difundió un vídeo en el que pretendía denunciar el ingreso “masivo” de inmigrantes en EE.UU a través de la frontera con México. Unas imágenes que no se correspondían con la realidad, ya que su candidatura utilizó imágenes de un salto a la valla de Melilla. Tras admitir la manipulación, aseguraron que pretendían mostrar “lo que puede ocurrir si no se construye un muro”.
6
“México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, crimen, que son violadores”
La fijación de Trump con los mexicanos ha protagonizado su campaña. Su ofensiva contra los inmigrantes permitió a Trump protagonizar uno de sus números más bochornosos. Fue cuando expulsó de una rueda de prensa al periodista de Univisión Jorge Ramos, que pretendía hacerle una pregunta sobre la emigración. “Siéntese, no le he dado la palabra. Vuélvase a Univisión”, dijo Trump a Ramos, que posteriormente fue obligado a salir de la sala por la seguridad del millonario. El periodista, que es uno de los abanderados de la causa latina contra Trump, declaró posteriormente que contra éste solo cabe “la confrontación”.
7
“Este es un país en el que hablamos inglés, no español”
Que a Trump no le gusta la diversidad ni la mezcla de culturas ha quedado muy claro durante esta campaña. Y si ya desprecia a los mexicanos, los que hablan castellano en EEUU, sean del país que sean, no se van a librar de su desprecio. “Tenemos un país en el que para ser asimilado hay que hablar inglés, y hay que asimilarlos (a los inmigrantes)”, planteó.
8
“John McCain no es un héroe de guerra. Prefiero a los que no han sido capturados”
Una de las intervenciones de Trump que más rechazo generó fue cuando cargó contra el excandidato republicano a la Casa Blanca John McCain. Para el empresario, McCain no merece ser considerado un héroe de guerra por ser capturado cuando estaba destinado en Vietnam, a pesar de que el actual senador por Arizona pasó cinco años cautivo mientras sufría torturas que le han provocado unas secuelas físicas muy visibles.
9
Sobre Megyn Kelly: “Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su… donde sea”
Los comentarios machistas no se quedan atrás. Trump ha dicho que sería bonito ver cómo una modelo de Playboy se pone de rodillas y que no le gustan las mujeres “cerdas gordas, perras, patanes y animales asquerosos”. Por eso, durante uno de los debates republicanos, la periodista de Fox News Megyn Kelly le reprochó estas palabras y le exigió explicaciones. La respuesta de Trump horas después fue asegurar que a Kelly le salía sangre de los ojos y de todos los sitios, lo que se interpretó como una referencia a la menstruación.
10
“Si yo llego a estar al mando, dudo que los terroristas del 11S hubiesen entrado al país”
El único fallo de seguridad fue que él no estaba al mando del país, según dijo en una entrevista en Fox News. El candidato sostiene que su dureza política con la inmigración podría haber evitado los ataques a las Torres Gemelas y los otros objetivos de Al Qaeda en 2001.