Anarquistas chilenos niegan haber participado en atentado de iglesia española
Además, declararon que tampoco prepararon otro para ser cometido en el Monasterio de Montserrat de Barcelona.
El matrimonio de anarquistas chileno negó hoy ante un tribunal español haber cometido el 2 de octubre de 2013 un atentado en la Basílica del Pilar de Zaragoza, en el que resultó herida una mujer, y negó que pertenecieran a organización terrorista alguna, al ser contrario a sus ideas.
Los acusados, Francisco Javier Solar Domínguez y Mónica Andrea Caballero Sepúlveda, aseguraron en el primer día de juicio en la Audiencia Nacional española que no participaron en el atentado contra dicho templo, uno de los más conocidos y populares del España.
Además, declararon que tampoco prepararon otro para ser cometido en el Monasterio de Montserrat de Barcelona.
Los dos acusados ya fueron juzgados en una causa similar en Chile, llamada “caso Bombas”, en la que resultaron absueltos.
La fiscal pide para el matrimonio, residente en Barcelona (noreste), 44 años de cárcel por varios delitos, entre ellos pertenencia a organización terrorista.
Según el ministerio público, ambos formaban parte de un comando que estaba integrado en los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), una estructura que se creó en 2012 para organizar a los grupos anarquistas que hasta ese momento actuaban aislados.
Los acusados negaron pertenecer a organización terrorista alguna al ser contrario a su ideario anarquista que considera “dañina para el ser humano cualquier cúpula de poder” ya que “afecta a la libertad individual”.
Recordaron que tras ser absueltos en la causa por la que estuvieron varios meses presos preventivos en Chile, viajaron en agosto de 2012 a Barcelona huyendo del hostigamiento policial y mediático que dicen que sufrían.
En el juicio, Solar reconoció que participó en manifestaciones y en asambleas con anarquistas y representantes de otros colectivos políticos pero que no cometió atentado alguno, ni tuvo armas ni explosivos ni perteneció a ninguna organización terrorista.
Su esposa aseguró que nunca estuvo en Zaragoza y que a Montserrat fue de excursión.
El fiscal considera que el 2 de octubre de 2013 los dos acusados se desplazaron desde Barcelona hasta Zaragoza en autobús para colocar en la Basílica del Pilar el artefacto, compuesto por una bombona de butano, dos kilos de pólvora y un reloj activador.
El artefacto explotó en la nave central del altar mayor de la basílica y, con un radio de acción de 26 metros, causó heridas a una mujer en el oído.
En el momento de la explosión en el templo se encontraba también un grupo de medio centenar de turistas norteamericanos y cuatro trabajadores, que no resultaron heridos.
Los acusados avisaron de la explosión unos minutos antes a un centro de estética al que llamaron desde una cabina, pero los empleados no alertaron a las fuerzas de seguridad creyendo que se trataba de una broma.
Posteriormente, el comando reivindicó la acción en una web de corte anarquista.