ME-O reconoce desprolijidad ante Servel y explica: “Ese avión pertenece a una estrategia publicitaria"

Como “ridículo e indignante” calificó el ex diputado y líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami, a los rumores que insinuaban que se estaba escondiendo para evitar entregar explicaciones respecto del uso de un jet privado de una empresa brasileña, en el cual además viajó junto a ejecutivos de la empresa OAS, investigada por casos de corrupción relacionadas con el otrora presidente de Brasil, Lula da Silva.

En conversación con Radio Agricultura, Enríquez-Ominami estimó que “la campaña presidencial partió, en una campaña que fue franciscana tres años después y lejos del período que había para denunciar o fiscalizar se reflota un tema que ya fue noticia en la prensa. Asumo (…) que se trata de desviar los debates importantes del país, de llevarme a mí que hoy día lidero un proyecto sustantivo y competitivo a un terreno incómodo que ha sido duro, difícil”.

El cineasta se ciñó a la explicación que ya había entregado parte de su equipo, quienes indicaron que el cuestionado avión era parte de la estrategia por la que se le pagó al publicista brasileño Duda Mendonça. “Ese avión pertenece a una estrategia publicitaria, ese avión al igual que Michelle Bachelet, al igual que Salvador Allende, al igual que Ricardo Lagos fue utilizado en el caso nuestro no sólo para recorrer Chile sino que fue la pieza publicitaria principal de nuestra campaña”.

“¿Quién lo pagó? Nosotros, efectivamente en esa campaña franciscana que gastó 10 veces menos que Michelle Bachelet o Evelyn Matthei, efectivamente ese avión lo pagamos nosotros”, indicó.

“Es imposible esconder un avión en Chile”, continuó explicando ME-O, respecto de las información que sugieren que siempre se intentó “esconder” la placa patente del avión, e insistió en que este gasto “se declaró por la vía publicitaria, efectivamente lo corregiremos el 2017, no hay ninguna duda (…) esto fue aprobado por el Servel y objetada nuestra rendición por lo alto del monto”, monto de campaña que sería 10 veces menor  a lo que gastó Michelle Bachelet o Evelyn Matthei, según el ex presidenciable. No obstante, reconoció que “es evidente que hay una desprolijidad y tiene razón el Servel, pero por lo mismo hubo una corrección”.

Asimismo, Enríquez-Ominami aludió indirectamente a los casos de presunto financiamiento irregular de la política, citando la situación tanto de otros dirigentes que llegaron a la presidencia del país. “Al igual que Michelle Bachelet, al igual que Sebastián Piñera hice lo que hace un candidato, no soy el negociador de los proveedores (…) no tengo acceso a esa información por una sencilla razón (…) recorrí Chile sin parar, por qué se supone que Michelle Bachelet no sabe los detalles de su campaña, por qué se supone que Sebastián Piñera no lo sabe y se supondría que yo lo tendría que saber”.

“No hay aportes extranjeros en ese viaje (…) si se está tratando de insinuar que existe un pago de favores no es posible porque no soy funcionario público”, concluyó ME-O respecto de una de las materias más delicadas de las campañas políticas, las que prohiben aportes de extranjeros.