Habla el cura Joannon: "Yo ayudé a que no murieran niños y ahora se legisla para matarlos"
Instalado en San Felipe, el ex sacerdote de los Sagrados Corazones vinculado a adopciones ilegales en la década de los 70 y 80 aborda su situación actual y la aprobación de la despenalización del aborto.
Gerardo Joannon volvió de Argentina en septiembre de 2015. Allá estuvo cerca de un año dado que su congregación, los Sagrados Corazones, lo envió para que iniciara un “proceso de reflexión”, aunque el sacerdote dice que en realidad fue para evitar “el asedio periodístico”.
Su caso provocó revuelo: Joannon fue vinculado a presuntas adopciones irregulares en la década de los 70 y 80. El párroco fue protagonista de tres investigaciones: una religiosa que determinó que “participó activamente” en dos casos, una civil que sobreseyó la causa y la del Vaticano, la que determinó que no había delito canónico.
Ahora, instalado en San Felipe, el sacerdote insiste en su inocencia. “Que sepan que era mentira todo lo que se dijo de mí”, dijo en entrevista a La Tercera. A la mentira a la que se refiere Joannon: “Que yo buscaba padres para que adoptaran guaguas, o que buscaba padres para que dieran en adopción”.
“Yo sólo cooperé con los padres que se acercaban, porque querían abortar, y les recomendaba médicos y lugares donde podían dar en adopción. Después llegaban familias a bautizar guaguas adoptadas conmigo, pensé que eso era a modo de agradecimiento, pero yo no tomaba decisiones por nadie. Nunca recibí dinero, porque nunca sabía qué familia se quedaba con una guagua”, ahondó el párroco.
Su rechazo al proyecto de aborto
La semana pasada se aprobó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley que despenaliza el aborto en tres causales: violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto. Discusión que se tomó la agenda política y social.
Al respecto, Joannon no se pierde en su postura. “Por más maravillosas que sean las mujeres, no pueden decidir por otra vida. Yo ayudé a que no murieran niños y ahora se legisla para matarlos. Todas las causales son malas, la de violación es la peor”.
De hecho, el sacerdote de los SS.CC. dijo que no tendrá una actitud pasiva en esta materia. “Voy a tratar de ayudar espiritualmente a alguien que quiera abortar para que no lo haga, porque es un daño irreparable. No conozco a nadie que haya abortado y se haya recuperado. Es muy duro y ahora con el proyecto del Congreso es peor”, finalizó.