Warnken revienta a Gerardo Joannon: “¿Cómo un hombre que comete esa barbaridad anda libre y es sacerdote?”

“Ayudé a que no murieran niños y ahora se legisla para matarlos”. Esa es la opinión del sacerdote Gerardo Joannon, respecto del proyecto de despenalización de la interrupción del embarazo, el cual la semana pasada fue aprobado por la Sala de la Cámara de Diputados.

Y esa misma frase es la que gatilló una potente carta al director que Cristián Warnken envió a El Mercurio, fustigando a Joannon, quien fue investigado (y sobreseído por prescripción) por los delitos de sustracción de menores, a causa de una serie de adopciones irregulares en las que se supone que participó.

“Esa es la frase para el mármol que acaba de emitir Gerardo Joannon, un sacerdote que se arrogó –hace unas décadas– la autoridad para robarles hijos recién nacidos a sus padres y regalárselos a otros, escuchado detrás de un discurso moral fanático”, inicia Warnken su argumentación.

Luego viene una pregunta: “¿Cómo un  hombre que comete esa barbaridad –que incluyó falsificación de instrumentos públicos– puede andar libre por las calles y seguir siendo sacerdote?”. El escritor analiza que otros ilícitos menores tienen pena de cárcel o también arriesgan ser excomulgados de la Iglesia (“y no por una aberración como esta, que violenta y distorsiona la esencia del mensaje de Jesús”), por lo que pareciera que las instituciones judiciales y eclesiásticas “parecen estar  petrificadas y no haberse adaptado para castigar de manera ejemplar estos actos inhumanos”.

La declaración de Joannon a Warnken le parece “un lujo”, y este tipo de “contradicciones flagrantes” provocarían que “los jóvenes no confíen ya en autoridad ni institución alguna”, por lo que no podría críticar a los jóvenes “anárquicos” o “asistémicos”.

“¿Cómo no entender su rabia e impotencia cuando mentes distorsionadas como la de Joannon tienen tribuna para desparramar a los cuatro vientos sus delitos travestidos de discurso moral?”, concluye la misiva.